Inicio
Sudamérica
Perú

Lima, la Ciudad de los Reyes

Desde sus albores, cuando fue erigida capital del Virreinato del Perú, Lima atesoró riqueza y fue tomando un cariz señorial, lujoso y aristócrata. Fundada como “La Ciudad de los Reyes”, la capital de Perú conserva gran parte de su legado en el centro histórico y los distritos aledaños, donde aún es posible respirar ese ambiente de opulencia.

La plaza Mayor conserva el señorial rictus que le imprimieron los años de esplendor. Su suelo ha sido protagonista de los principales hechos históricos del país, y ese orgullo se puede oler y sentir a cada paso, en sus cuatro esquinas.

Aquí, en 1535, Francisco de Pizarro clavó la espada y quebró para siempre el curso de los acontecimientos. “La ciudad de los Reyes” la nombró el adelantado español, y con ello configuró el destino de aquellas tierras regadas por la garúa incesante del Pacífico.

Luego vinieron los años de la opulencia. Del siglo XVI al XIX, Lima es capital del virreinato del Perú, administra la riqueza y empieza a convertirse en una ciudad frecuentada por las clases altas.

Es allí que se comienza a configurar el que hoy es el centro histórico de la ciudad, un área de 117 manzanas protegida por la Unesco, con su arquitectura, sus casonas de estilo francés, sus iglesias, sus balcones

La aristocracia empieza a aposentarse en las inmediaciones de la plaza Mayor –diseñada por el propio Pizarro– y cuenta con un símbolo para demostrar el caudal de su riqueza: el balcón. Aquella “competencia” dio sus frutos: en la actualidad se conservan 3.500 balcones, de estilos diversos, en el centro histórico.

Algunos de los más bonitos decoran la fachada del Palacio Municipal, otros la residencia del Arzobispado. Junto al edificio sede del Vaticano, se erige la Catedral. Reconstruida cuatro veces debido a derrumbes provocados por los sismos, esta estructura data de 1535 y en interior aloja la cripta que conserva los restos del fundador de la ciudad.

El corazón del centro histórico es el llamado damero de Pizarro, la zona más antigua de la ciudad, delimitado por el río Rímac al norte y las avenidas La Colmena, Tacna y Abancay.

En el centro del damero, la plaza se destaca por la fuente de bronce, perenne allí desde 1651. Cada 27 de julio es factible ver a cientos de personas alrededor de ella. Es que en esa fecha se celebra el Día Nacional del Pisco y la fuente emana la bebida nacional por tres mágicas horas.

En este lugar histórico, además de fundarse la ciudad y celebrarse la primera corrida de toros, en 1821 José de San Martín y Simón Bolívar declararon la independencia del país, el que hasta entonces era el último bastión de España en América.

El libertador argentino, uno de los héroes máximos de Perú, tiene su plaza, la segunda más linda de la ciudad, afirman los limeños, inaugurada el 28 de julio de 1921 como parte de las celebraciones del primer centenario de la patria.

Una de las principales características de la plaza es la gran armonía de los edificios que la rodean. Uno de ellos es el Hotel Bolívar.

Construido con la premisa de alojar a reyes, príncipes y duques europeos invitados a engalanar el Centenario, el establecimiento ostentó el título del más lujoso de la época. Con el tiempo, sus anchos pasillos vieron desfilar a personalidades del arte y el deporte, como Ava Gardner, Diego Maradona, Mick Jagger y Ernest Hemingway, quien aseguran llegó a beber ocho piscos en el bar Inglés en una sola noche.

“Lima, la Roma de América”, fue uno de los tantos nombres que se le dieron a la ciudad. En su esplendor, en el centro histórico se contaban 40 iglesias. Al día de hoy, con el paso de los sismos y los años, han sobrevivido unas 28 de las más antiguas, donde para poder casarse hay que pedir turno con un par de años de anticipación.

El templo jesuita de San Pedro, la iglesia de San Agustín y el convento de Santo Domingo, donde se fundó la Universidad Mayor de San Marcos, una de las más antiguas de América Latina, son algunos de los más pintorescos y visitados. Aunque sin dudas, el más buscado es el monasterio de San Francisco. Construido hacia 1550, es famoso por sus catacumbas descubiertas y abiertas al público en 1951. Aquí funcionó el primer cementerio de la ciudad, y se estima que debajo del edificio descansan alrededor de 80 mil cuerpos.

BARRIOS TRADICIONALES.

Las viejas calles de estilo sevillano hacen del Rímac uno de los puntos más tradicionales de Lima. Principal suburbio de la ciudad durante la época colonial, este distrito cuenta con varios atractivos para conocer, como el paseo de Aguas y la plaza de Acho, una de las primeras plazas de toros del mundo y sede de la Feria Taurina del Señor de los Milagros.

Separado del Centro de Lima por la avenida Abancay, sobre una ligera cuesta, Barrios Altos es sede del Congreso de la República, el Museo de la Inquisición, la Casa de las Trece Monedas, elegante muestra de estilo rococó; la iglesia de las Trinitarias, el molino de Santa Clara y la Escuela Nacional de Bellas Artes.

Vale la pena alejarse del centro de la ciudad para llegar hasta Pueblo Libre y recorrer dos de los museos más importantes de Lima: el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia y el Museo Rafael Larco Herrera.

Ubicado en una elegante casona que perteneció al virrey Joaquín de la Pezuela, el primero conserva la colección más grande de piezas prehispánicas en Perú, como mantos paracas, monolitos chavín, orfebrería y cerámica mochica y chimú; además de importantes pinturas y objetos de la Colonia y la República.

Por su parte, el Larco, espacio cultural emblemático de Lima, guarda un excepcional panorama de 3 mil años de historia del Perú precolombino. Gracias a una enorme apuesta de su actual administración, el museo fue reinaugurado en septiembre de 2010 y su espacio de exhibición pasó de 800 m² a 1.600 m². Entre sus muestras permanentes se destaca una colección de huacos eróticos.

Antes de dejar Pueblo Libre es inevitable pasar a conocer la Antigua Taberna Queirolo, uno de los mejores productores de pisco del país.

Otro distrito que conserva buena parte de su fisonomía, es Barranco. Con su carácter bohemio, este barrio de artistas es dueño del poético puente de los Suspiros, ideal para cruzar la frontera de un día agitado y abandonarse a los inciertos senderos de la noche limeña.

TIPS PARA EL VIAJERO

Cómo llegar: Aerolíneas Argentinas, LAN y TACA ofrecen vuelos directos de Buenos Aires a Lima.

Dónde alojarse: los mejores distritos para alojarse son Miraflores, San Isidro, Barranco y el centro histórico. En Lima existen desde hoteles 5 estrellas hasta hospedajes y hostels.

Moneda: la moneda oficial de Perú es el nuevo sol (S/.).

Impuestos: todos los productos y servicios incluyen un Impuesto General a las Ventas (IGV) equivalente al 18% del valor de compra. Los hoteles y restaurantes agregan un 10% adicional. Por ley, el precio final que se exhibe al cliente debe considerar este impuesto. 

Electricidad: 220 voltios y 60 hertz.

Huso Horario: GMT -5.

Informes: http://internacional.peru.info/.

Temas relacionados

Deja tu comentario