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Un destino armónico pese a sus contrastes

Ordenada, pulcra, pintoresca y amable, esas son las primeras impresiones que uno tiene cuando recorre Boston, la capital de Massachusetts, ubicada en la costa noreste de Estados Unidos. Aparenta un estilo europeo en su arquitectura urbana, destila cultura (allí se encuentra la prestigiosa Universidad de Harvard) y es dueña de una importante parte de la historia del país. Es amigable con el turista, con servicios que funcionan a la perfección, circuitos señalizados y facilidades para que la experiencia sea inolvidable.

Boston es pequeña y compacta, lo que permite explorarla a pie, pedaleando en bicicleta o, a lo sumo, utilizando el transporte público. Podemos comenzar por realizar el Freedom Trail (Camino de la Libertad) para comprender la relevancia histórica de esta ciudad. El sendero en cuestión, marcado por una línea de ladrillos rojos de 4 km., enlaza 16 sitios representativos que reflejan el pasado, desde su fundación en 1630 por colonos llegados de Inglaterra hasta los acontecimientos vinculados con la “American Revolution”. Se inicia en el Centro de Información para Visitantes, en 139 Tremont Street, y concluye en USS Constitution, en Charlestown. En el medio atraviesa el Massachusetts State House, la iglesia Park Street, el Old South Meeting House y el monumento de Franklin, entre otros lugares de interés.

En esa búsqueda del pasado es posible detenerse en North End, uno de los distritos más antiguos, con una gran riqueza histórica y cultural, debido a que fue poblado por europeos a mediados del siglo XVII. Allí se levantan Old North Church, la iglesia más añosa de la ciudad, que data de 1773; y la casa del patriota Paul Revere. En el Downtown también se pueden encontrar sitios de interés y también el contraste con los edificios más modernos del centro financiero.

PASEO POR LOS BARRIOS.

Cada barrio tiene su impronta particular. Hay unos 25 distritos para conocer en Boston, sin dejar de lado el clásico paseo que bordea el frente marítimo de la ciudad y que se inicia en Charlestown, baja por North End, el barrio italiano hasta South Boston.

Luego es momento de desembarcar en alguno de los siguientes espacios:

-Beacon Hill: un espacio con construcciones del siglo XIX que se levantan en torno a calles estrechas donde aún sobreviven las lámparas antiguas a gas. Hoy en día muchas de esas viviendas mantienen el buen gusto de antaño y otras fueron reconvertidas para instalar negocios de marca, bares y restaurantes de gran nivel.

-South End: es uno de los sitios para caminar y admirar las típicas casas victorianas de ladrillos rojos, rodeadas por canteros floridos y escalinatas como vías de ingreso, muchas de ellas fueron concebidas en 1800. Prolijas y encantadoras, se levantan por la calle Tremont, Columbus Avenue y Massachusetts Avenue. Este barrio también es morada de la comunidad gay y de un ambiente artístico que se palpa a cada paso.

-Cambridge: allí están la Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología Massachusetts a los que se puede acceder incluso tomando una visita guiada. También Cambridge alberga teatros, restaurantes multiculturales, museos y tiendas eclécticas.

-Fort Point: aloja una de las comunidades de artistas más grandes del estado, así como restaurantes y museos. El Museo de los Niños es un buen lugar para visitar.

-Jamaica Plain: Centre Street constituye la arteria principal de este barrio y uno de los lugares para salir a pasear. En este sector se encuentra el Arnold Arboretum, para entrar en contacto con la naturaleza. Si queda tiempo, hay que tomar un tour por la fábrica de cerveza Samuel Adams.

ARTE Y CULTURA.

Con más de 700 exhibiciones interactivas, el Museo de la Ciencia es la atracción más popular de Boston. Ofrece representaciones en vivo, demostraciones, exposiciones temporales, películas 4D y más propuestas para aprender de varios temas.

En el New England Aquarium, en tanto, se destaca la posibilidad de interactuar con tiburones y mantarrayas. También hay peces tropicales, tortugas, focas y lobos marinos.

Asimismo, vale destacar los museos de arte como el de Isabella Stewart Gardner, alojado en una construcción semejante a un palacio veneciano; o el de Bellas Artes, con obras de todo el mundo y de todas las épocas.

A todo esto hay que sumar los conciertos de jazz, los espectáculos al aire libre, las presentaciones de rock y el amplio calendario de eventos que ofrece la ciudad.

RELAX EN LOS PARQUES.

Como toda ciudad avanzada, Boston cuenta con varios espacios verdes donde hacer un alto en la ajetreada vida citadina. Uno de ellos es Rose Fitzgerald Kennedy Greenway, que reúne kilómetros de parques que se crearon para embellecer la urbe.

Desde Greenway hasta la Emerald Necklace, los sitios son muchos e incluyen bicisendas, pasarelas para caminar y espacios recreativos.

Incluso es posible explorar el río Charles en canoa o kayak. En las afueras, el Boston Nature Center es un santuario urbano con 3,2 km. de senderos que atraviesan prados y humedales. Además, es el hogar de más de 150 especies de aves, cientos de mariposas y 350 variedades de plantas.

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