La IATA realizó un estudio sobre opinión pública que se desarrolló la primera semana de junio que habla sobre la lenta recuperación del turismo. En él se verificó que apenas el 45% de los turistas viajará dentro de pocos meses. Otro 36% esperará unos seis meses.
Estas cifras representan, a su vez, un giro importante respecto de las que se habían registrado en abril pasado. En esa ocasión, el 61% iba a esperar unos pocos meses para viajar y el 21% no viajaría antes de los seis meses. En este contexto, las reservas cayeron un 82% con relación a las registradas en junio de 2019.
Por otra parte, a largo plazo, para la primera semana de noviembre, el nivel de reservas se encuentra un 59% por debajo de la registrada en 2019. El dato histórico señala que un 14% de los tickets para esa primera semana de noviembre se concreta unas 22 semanas antes del viaje. Sin embargo, para la primera semana de noviembre, hoy las reservas se encuentran en apenas un 5% de las registradas en la misma semana de 2019.
En esta misma tendencia, los pasajeros han reducido el tiempo entre el viaje y la formulación de la reserva, a sólo 20 días. Para mayo de 2020, el 29% de las reservas se hicieron con menos de 20 días de antelación y el 41% las concretó apenas tres días antes de viajar.
PREVISIONES NEGATIVAS EN LOS VUELOS.
“La gente está volviendo a los cielos, pero la incertidumbre que genera la crisis por el Covid-19 está creciendo. Las reservas anticipadas se han reducido y ahora los viajeros realizan sus reservas en unas fechas próximas a viajar. Las aerolíneas en el hemisferio norte confían en una temporada de verano fuerte y que la curva de reserva será favorable para pasar los meses de escasez. Pero en ningún caso se alcanzará el nivel suficiente para sobrevivir al duro invierno", dijo Alexandre de Juniac, director general y CEO de IATA.
"Por ello, los gobiernos deben continuar ayudando a la industria. Las aerolíneas necesitarán mucha más flexibilidad para adaptar los horarios a unas tendencias marcadas por la incertidumbre de los usuarios. Flexibilidad financiera y operacional significan supervivencia”, agregó.
“Cada día viajan más personas. Eso es bueno para la economía. Los números se están moviendo en la dirección correcta; pero aún estamos lejos de los niveles normales o sostenibles de la actividad. Las aerolíneas siguen necesitando de forma desesperada alivio financiero. Y otras medidas de carácter político, como la suspensión de la regla de slots, siguen siendo críticas. Los gobiernos deberían proporcionar a las aerolíneas una respuesta no más allá de finales de julio y garantizar, así, la estabilidad que esta industria asediada y maltratada necesita”, añadió De Juniac.
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