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República Dominicana

Al son de La Romana

Catalogada como una de las ciudades de mayor desarrollo y productividad de República Dominicana, La Romana sorprende por su amplio abanico de opciones de actividades y entretenimiento, y despliega toda su belleza tropical. Aquí un repaso de lo que se puede hacer en este bello enclave en cuyo espíritu está presente el ritmo del son.

Color, calor, belleza, colores vibrantes, diversidad en la vida silvestre y en su gastronomía, son algunos de los detalles que definen a La Romana, uno de los destinos más hermosos y diversos de República Dominicana. Catalogada como una de las ciudades de mayor desarrollo y productividad del país, propone a los viajeros dejarse llevar al ritmo del son de La Romana, una melodía cargada de energía en un paraíso tropical de playas de arena blanca.

AL SON DE LA NATURALEZA.

El magnífico Parque Nacional del Este, ubicado en el corazón de La Romana, conocido por sus aguas cristalinas y sus playas de arena blanca, es una reserva natural desde 1975, que cubre 791.9 km2. Su principal masa territorial es una península cubierta por bosques subtropicales húmedos y secos, que una vez fue poblada por los taínos. El área más popular del parque es la isla Saona. Allí, el agua cristalina del mar Caribe provoca destellos en el sol y permite a los turistas capturar perfectos recuerdos caribeños.

Además de ser la principal atracción turística, la isla Saona en el Parque Nacional del Este es el área más importante para la puesta de huevos de tortugas marinas en todo el país. Durante la temporada reproductiva, de marzo a noviembre, las tortugas Carey, que se encuentran en crítico peligro de extinción, al igual que las tortugas verdes y el tinglar, ponen sus huevos en las playas de la isla Saona.

Asimismo, en el Parque Nacional es posible avistar a los delfines manchados del atlántico y los nariz de botella, y aun cuando es poco común verlas, las ballenas jorobadas y piloto, cachalotes y manatíes, también son visitantes ocasionales.

Por su parte, las playas de Saona ofrecen todas las amenidades para que los viajeros vivan una estadía inolvidable en esta isla desierta. Nadar, tomar sol, probar exquisitas opciones gastronómicas y disfrutar al máximo son algunas de las alternativas. Para los más aventureros, la opción es Canto de la Playa, un punto asombroso poco visitado por los turistas, que se convierte en una experiencia más rústica.

Mano Juan es el único asentamiento de la isla Saona, además de un típico pueblo dominicano, donde sus 500 habitantes viven de la pesca y el turismo. Tradicional y con casas típicas de madera pintadas con colores brillantes, que delinean la arenosa calle principal, es el destino ideal para vivir de cerca la característica hospitalidad dominicana y la mejor oportunidad para comprar artesanías y arte local, así como visitar el santuario de las tortugas.

Catalinita es una pequeña isla deshabitada muy popular por sus excursiones de buceo y esnórquel. Ubicada en medio de la tierra firme del parque y la isla Saona, Catalinita flota en aguas donde el océano Atlántico se une con el mar Caribe, rodeada por arrecifes llanos de coral con abundante vida marina como inofensivos tiburones gata, rayas águila y tortugas marinas.

AL SON DEL MAR.

Aun cuando la mayoría de los hoteles se ubican frente al mar, con su propia playa, por ser un magnífico destino costero, La Romana ostenta un amplio número de otras hermosas opciones.

Dominicus, reconocida como una playa de Bandera Azul, se extiende a lo largo de la zona costera, lugar donde se encuentran numerosos resorts todo incluido.

Bayahibe, al final de la playa más grande de la zona, es un área tranquila donde se puede nadar y tomar sol.

La isla Catalina, ubicada frente a las costas de La Romana, es una maravillosa opción para un día en barco, de playa y para practicar esnórquel. Cuenta con numerosas y extensas playas de arena blanca con cálidas aguas cristalinas. La principal es usada por cruceros durante la época invernal, así como por visitantes con yates privados.

Con servicios de camareros en su lounge, desde el restaurante Beach Club by Le Cirque, así como divertidos juegos, actividades y deportes acuáticos para entretener a los niños, la playa Minitas de Casa de Campo es el mejor lugar para relajarse.

AL SON DEL GOLF.

Si República Dominicana es considerada un paraíso del golf, entonces La Romana es la joya en la brillante corona del deporte dominicano. Aquí, los golfistas del país, del Caribe y del mundo disfrutan de rondas de juego en campos de clase mundial, compitiendo con frecuencia en torneos internacionales y reconocidos eventos.

La propuesta de Casa de Campo, con 90 hoyos de juego, creados por el famoso diseñador de campos Pete Dye, es un destino sin igual en el país y en el Caribe. Para los golfistas que visitan el área, una ronda de golf en al menos uno de los campos de Casa de Campo, famosos a nivel internacional, es ciertamente algo esencial que hay que realizar.

Teeth of the Dog: diseñado e inaugurado por Pete Dye en 1971, este campo de 7 hoyos delineando el mar Caribe es considerado el número 1 del Caribe y uno de los top 50 del mundo. Links: abierto en 1976 y renovado completamente en 2012, Links es una réplica de los tradicionales campos de golf británicos y escoceses, con una pista moderadamente montañosa y varias lagunas y lagos. El campo de golf, recientemente ampliado, demanda tiros precisos y es un digno desafío para golfistas de todos los hándicaps. Dye Fore: ubicado en Altos de Chavón, el complejo de 27 hoyos consiste en los originales 18 del campo de golf Dye Fore, con siete impresionantes hoyos curvados a lo largo del acantilado sobre el río Chavón, y el nuevo Dye Fore Lakes de 9 hoyos, regalando a los viajeros una experiencia intensa y sumamente interesante.

En tanto, diseñado por Dye y abierto en 2008, el campo de golf de La Estancia ofrece a los golfistas, no solo impresionantes vistas, sino un reto para todos los niveles de experiencia.

AL SON DE LA AVENTURA

La Romana ofrece a sus visitantes magníficas aventuras ecológicas, estableciendo un contacto directo con reservas naturales como el Parque Nacional del Este, la vida silvestre, campos rurales y comunidades tradicionales dominicanas.

Como una hermosa bahía en la que el río Yuma se encuentra con el mar, famoso por sus tradicionales restaurantes, Boca de Yuma es un destino popular, ideal para ser descubierto en una excursión. Una de las opciones es tomar un tour por el río hacia la cueva Berna y disfrutar de la vista de los pelícanos con sus clavados en busca de peces. Estos tours son ofrecidos por residentes en pequeños barcos. En el camino hacia Boca de Yuma –en el pueblo de San Rafael de Yuma– se ubica el Museo de Ponce de León, que trae a la vida la legendaria historia de Juan Ponce de León, explorador y conquistador español.

Por su parte, Altos de Chavón es una réplica de un pueblo mediterráneo del siglo XVI, realizado casi por completo en piedra, con vistas al magnífico río Chavón. En un tour los visitantes tendrán tiempo para admirar las vistas y su arquitectura, así como emprender un paseo de compras.

Como una magnífica cueva subterránea de 800 m., con 240 m. abiertos al público, la denominada Cueva de las Maravillas, que tiene más de 100 mil años, está alumbrada para mostrar las estalagmitas y estalactitas, tapices, pisolitos y columnas, al igual que varios cientos de tipografías creadas por los taínos. Se ubica en la carretera entre La Romana y Santo Domingo.

DELICIAS DOMINICANAS

Considerado una verdadera delicia dominicana, el pescado frito se sirve en los restaurantes de todo el país, y es algo que todos los visitantes deben probar. Dentro del área de La Romana, los mejores lugares para disfrutarlo son El Cafecito de la Cubana, donde el pescado es llevado del mar hasta la cocina, y La Bahía, en Boca de Yuma, un tradicional restaurante ubicado sobre el acantilado con vistas a la bahía. Otras especialidades dominicanas son los tostones de plátano verde frito (en reemplazo de papas fritas), pastelitos (harina frita rellena de carne o queso), casabe (pan hecho de yuca) y el mangú (plátano verde sancochado) servido con salami frito, queso y huevos para el desayuno.

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