Los amantes de los deportes de invierno destinan gran parte de sus ingresos anuales para pasar una semana o dos en alguno de los centros de esquí de la cordillera de los Andes. Si bien entre ellos y la nieve pareciera que sólo hay un breve espacio para los esquíes o las tablas, existe en realidad una larga lista de mediadores que obtienen un beneficio económico por su trabajo, como es el de la comercialización que llevan a cabo los operadores y agentes de viajes. Entre estos, existen muchas preguntas sobre la nieve difíciles de contestar y muchos saberes instalados que, en algunos casos, no encuentran sustento en la realidad.
Para evacuar dudas y tener datos que puedan ayudar a la comercialización, o simplemente para conocer la nieve desde otra óptica, Destinos consultó a Hugo Cinca, ingeniero civil e hidronivólogo; y Carlos Zotelo, licenciado en Ciencias de la Atmósfera; dos especialistas en este fenómeno climático que hoy ocupa la cabeza de gran parte de los profesionales del turismo.
¿Cómo se produce la nieve en la cordillera de los Andes?
Carlos Zotelo: El mecanismo principal por el que se producen precipitaciones durante los meses de otoño e invierno en el extremo sur del continente es el pasaje constante de masas de aire frío favorecidas por el retiro hacia el norte del anticiclón del Pacífico suroriental. La presencia de la cordillera de los Andes y su elevación hacen que esa precipitación se produzca en forma de nieve.
Hugo Cinca: A la vez, las sudestadas que vienen del Atlántico, que recorren alrededor de 1.200 km., posibilitan las nevadas en el llano, una zona donde los frentes del oeste normalmente no alcanzan a llegar.
Además de la altura, las nevadas se forman cuando se dan ciertas condiciones de presión, temperatura y humedad. Sin la conjugación de estas variables la nieve es imposible, y la sola incompetencia de los valores de una de ellas puede condicionar una nevada.
¿Qué es lo que determina las distintas características de la nieve?
Hugo Cinca: El cristal de nieve se forma a partir de un hexágono. En la medida que varían las condiciones antes mencionadas, cambia la forma del cristal, la forma del copo y el manto de nieve. Si el copo se forma de las caras hacia arriba, da el cristal aguja; si se forma hacia los lados, el placa; y si se forma desde las aristas, da el estrella, que es una nieve polvo más agradable para el esquiador. Si la nevada se da con un viento muy fuerte simultáneamente, se forma una nieve frizzé, que es compacta y muy densa.
Además, los cristales varían en función de la altura en que se genera la nieve. Así, el columna y aguja se producen entre -6º y -10º; el placa, entre -10º y -12º; y el estrella, entre -12 a -16º.
Carlos Zotelo: El rol de la isoterma de 0º es importante para caracterizar la capa de nieve. En aquellos lugares donde la temperatura del aire se mantiene debajo de ese valor durante todo el invierno, la cubierta nival presenta una baja tasa de fusión, produciéndose de esta manera un proceso de acumulación de nieve. Otro aspecto importante para analizar las características de fusión es la temperatura de la capa nívea. Cuando se calienta por efecto de la radiación solar puede producirse un deshielo. Por el contrario, si el perfil térmico de la capa nívea presenta una ausencia de gradiente de temperatura, la capa será más propensa a fundirse rápidamente y por ende, a compactarse.
Los factores que pueden modificar las condiciones son el viento y la humedad, que pueden aumentar la mezcla y el intercambio de calor; la radiación, como ya dijimos; las situaciones de lluvia sobre nieve; y el efecto de la convección en el punto de contacto con el suelo subyacente.
Hugo Cinca: Por eso es tan importante para los centros de esquí la primera nevada del año. Si ésta se da en mayo, cuando todavía el piso está caliente, se genera por convección un manto firme e impermeable y todo lo que nieva de ahí en más es ganancia, ya que la nieve no se filtra.
¿Y qué rol juegan los fenómenos de gran escala como El Niño y La Niña?
Hugo Cinca: El Niño Oscilación del Sur (Enos) es un fenómeno de calentamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial. Durante un año Niño, el anticiclón pacifico suroriental se retira hacia el océano y baja su potencia. Esto posibilita el ingreso de las masas de aire frío y húmedo, y si El Niño se da en invierno es altamente probable que nieve en la cordillera.
Durante un año Niña, por el contrario, este anticiclón se sitúa frente al continente, se fortalece y actúa como barrera de los frentes húmedos del oeste y fríos del sudoeste, rechazándolos e impidiendo su ingreso. Entonces, en principio, es muchísimo más baja la probabilidad de que acontezcan nevadas importantes.
Carlos Zotelo: En la porción andina comprendida entre las latitudes 30°S y 40°S, la precipitación nival tiende a ser alta cuando en el Pacífico central predominan anomalías de temperaturas de la superficie del mar mayores a 1°C (El Niño). Por el contrario, si en dicha región la anomalía térmica es inferior a -0,5°C (La Niña), existe una alta probabilidad de que la acumulación de nieve sea deficitaria.
Al sur de la latitud 40°S, disminuye la influencia de los eventos Niño y Niña sobre la acumulación de nieve en los Andes y son otros los factores que afectan. Existe una relación entre el aumento de las precipitaciones en dicha región y el incremento en el número de bloqueo de sistemas sobre el mar de Amundsen-Bellingshausen durante eventos El Niño, mientras que condiciones más secas en invierno y primavera se inducen por el fortalecimiento del anticiclón semi permanente del Pacífico sur durante eventos Niña.
Entonces, ¿es posible predecir una temporada de buena nieve?
Hugo Cinca: En los años declarados, ya sea Niño o Niña, es posible predecir ciertos fenómenos. El problema es que ahora estamos transitando un año intermedio -que son los más frecuentes históricamente-; es decir, estamos en el peor de los momentos para pronosticar porque puede pasar cualquier cosa.
Carlos Zotelo: Igualmente, a nivel estacional, es posible determinar características, patrones o tendencias de las variables más importantes.
Hacia fines del otoño se prevé el fin de la fase cálida de Enos. En este sentido y basados en la información existente hasta el momento, hay consenso en esperar menores precipitaciones para el próximo trimestre en la región cordillerana sur central y valores normales en el extremo sur. Por su parte, las temperaturas se esperan de normal a inferior en el sur de la Patagonia, en la provincia de Santa Cruz. De persistir la tendencia a un debilitamiento de la fase cálida Enos, es probable que estos patrones se mantengan durante el invierno, aunque el área de influencia podría extenderse, por lo que en ese caso estaríamos frente a un invierno levemente más frío en la Patagonia y con menores precipitaciones en el sector cordillerano.
Hugo Cinca: Un colega suizo siempre me dijo que en nieve el único pronostico que vale es el de ayer. Es que este fenómeno no es auto correlativo. Si lo fuera, se repetiría con el correr de los años; pero si vamos a un cuadro estadístico, veremos que un año no determina al siguiente y a la vez éste no fue influido por el comportamiento del anterior.
A lo sumo, lo que podemos hacer es seguir el recorrido y comportamiento de un aire frío del Pacífico y decir, con una semana de anticipación, qué día va a llegar a la cordillera. Pero eso no nos asegura nieve, porque ese frío, es decir esa baja presión, puede tener el límite líquido sólido bajo, determinando que se manifieste en forma de lluvia y no de nieve.
Por otro lado, incluso en los años Ñina, cuando decíamos que era más fácil pronosticar, se puede producir un mini Niño (llamado ondas Kelvin en honor a su descubridor) posibilitando una nevada. Esto ya ha pasado y los centros de esquí, que cuentan con alta tecnología para el mantenimiento de la nieve precipitada, con pocas nevadas pero buenas, pueden sobrevivir una temporada completa.
Los trabajadores de los centros de esquí inmediatamente transportan esa nieve a los valles, la resguardan del calor y generan un almacén de nieve para la temporada. Cuando no tenés pronósticos ni nada seguro, es fundamental cuidar la nieve como si fuera oro.
¿Qué otras cosas pueden hacer los centros para conservar la nieve?
Hugo Cinca: El principal problema de la nieve es el viento y su efecto: la sublimación. Esto es fatal para los centros de esquí, por eso apenas nieva, los “snow maker” realizan un trabajo de fijación o “pisado” de la nieve para compactarla y así permitir que no se produzca la sublimación.
La nieve desde otra óptica
Un hidronivólogo y un licenciado en Ciencias de la Atmósfera hablan de las condiciones necesarias para que se forme la nieve, cuáles son sus características morfológicas, qué influencia pueden tener El Niño y La Niña en el fenómeno, y dan su opinión sobre los pronósticos. ¿Es posible predecir una buena temporada invernal para los centros de esquí?
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