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Argentina

Pequeños placeres que nos renuevan el espíritu

En familia, con amigos o en pareja, una escapada al campo es siempre una ocasión imperdible para disfrutar de pequeñas delicias que nos conectan con el bienestar. ¿Cuánto más necesitamos para sentirnos muy bien?Planteado este interrogante, Viajando propone una nueva forma de pensar el tiempo libre. La idea es no agotarse antes de llegar a destino, viajar corto, y optar por servicios de buena calidad en un entorno natural y relajado.

Encontramos algunos rincones, no muy lejos de la ciudad de Buenos Aires, que valoran la calidad, los detalles y nos proponen convertir nuestro poquito tiempo libre, en momentos memorables.

RAICES GAUCHESCAS.

A sólo 12 km. de San Antonio de Areco, el pueblo bonaerense donde la tradición gauchesca se respira en cada esquina, se encuentra la estancia El Ombú.

Se trata de una propiedad construida por la familia Richieri en 1880 que marcó el pulso de una época. Con sus fachadas de estilo italianizante, los amplios salones y los espaciosos jardines, se convirtió en el espacio ideal para agasajar a los muchos invitados que llegaban hasta allí. En 1993 El Ombú abrió las puertas al turismo y hoy se consagra como una de las propuestas que mejor resume el espíritu criollo bonaerense.

El establecimiento cuenta con nueve habitaciones, pero para quienes solo dispongan del día El Ombú ofrece un completo asado y apuntarse para una cabalgata corta o un paseo en sulky. Por la tarde, todos disfrutarán en el quincho de una guitarreada folclórica a cargo del artista local Oscar “El Mosco” Pereyra. Luego podrán conocer los secretos de la “doma india”, en una demostración a cargo de los gauchos de la estancia.

Los que prefieran moverse un poco podrán organizar un picadito, un partido de vóley o un paseo en bicicleta por el amplio parque del establecimiento. Si en cambio los huéspedes son más afectos a las ceremonias de interior, el salón ofrece billar, variedad de juegos de mesa, ping pong y metegol.

En tanto, la merienda gaucha convoca a todos alrededor de bandejas con delicias como pastelitos caseros e infusiones para intercambiar las experiencias del día. Teniendo en cuenta que El Ombú ofrece un régimen de pensión completa, la cena se coordinará de acuerdo a las preferencias de los huéspedes y las opciones de la estación.

DESCANSO EN FAMILIA.

A 120 km. de Buenos Aires, en Chascomús, sobre la laguna Vitel, la estancia La Horqueta ofrece alojamiento y actividades especialmente orientados a los grupos familiares.

Las habitaciones están distribuidas en dos propiedades que datan de 1928. Una de ellas, de estilo Tudor, conserva el mobiliario original de la época. La otra ofrece detalles de confort para que los huéspedes se sientan como en su propia casa.

La propuesta gastronómica merece un capítulo aparte. Los amantes de la buena mesa estarán de parabienes en La Horqueta, donde además podrán saborear vinos con etiqueta propia. Para el almuerzo los huéspedes serán agasajados con un completo asado que incluye achuras, cordero y variadas guarniciones. A esta propuesta hay que sumarle (para la cena) algunas preparaciones gourmet que elabora el cocinero de la estancia con productos regionales. La pastelería, los postres y las pizzas ya forman parte de las especialidades más pedidas por los visitantes.

Durante las tardes, los anfitriones proponen diversas actividades para grandes y chicos. De esta manera, los niños podrán gastar toda su energía en la plaza de juegos de madera del parque, entre trepadoras, argollas, hamacas, un tubo de bombero, barra fija, tobogán y la clásica casita con ventanas. Mientras que los más grandes pueden dar un paseo en bicicleta y organizar partidos de fútbol, vóley o ping pong.

Los amantes del aire libre podrán realizar una caminata de reconocimiento con Enrique, uno de los anfitriones, quien les mostrará la variedad de flora de la propiedad. Con su ayuda irán descubriendo tilos, tipas, magnolias, plátanos, robles, casuarinas, acacias y palmeras canarias, entre otras especies. Al caer la tarde, los huéspedes se reúnen a la orilla de la laguna para contemplar un espectáculo irrepetible: el atardecer. Mientras, las aves (cormoranes, chajás, garzas, patos barcinos y overos, macás, gallaretas y, con suerte, el elegante cisne de cuello negro) posan distraídas para las cámaras fotográficas que registran el momento.

La cena tendrá lugar en el quincho y a los postres llegará el momento de los desafíos y los juegos de mesa. Cartas, ajedrez y dados estarán a disposición de los invitados para extender la velada.

UNA PROPUESTA EXCLUSIVA.

La estancia Villa María, cercana a la localidad de Ezeiza, es el lugar ideal para pasar una jornada inolvidable en un ambiente campestre, donde el buen gusto y la exclusividad marcan el pulso.

La propiedad fue construida por encargo de la familia Pereda a fines del siglo XIX y el casco fue encomendado al reconocido arquitecto Alejandro Bustillo. Los jardines, en cambio, los diseñó el célebre paisajista Carlos Thays junto a Benito Carrasco.

Desde entonces Villa María mantiene una excelsa trayectoria en materia de hospitalidad. Allí se fusionan historia, naturaleza, gastronomía y deportes en un entorno ideal para una escapada romántica, una estadía en familia o una jornada con amigos que valoren el buen vivir.

La residencia histórica es de estilo Tudor y funciona como un lujoso hotel de campo con 11 habitaciones. El parque –de 72 ha– cuenta con más de 300 especies botánicas que se pueden conocer en caminatas guiadas. También se organizan paseos en carruaje o en bicicleta, así como cabalgatas para diferentes niveles de aptitud. Aquellos que se inclinen por actividades más relajantes seguramente asistirán a las clases de yoga o tomarán su turno para un masaje relajante.

Los más pequeños también tienen su espacio en Villa María con actividades que se prevén de acuerdo a las características propias del grupo hospedado.

Los deportes ocupan un lugar de relevancia, destacándose las clases de tenis para adultos y niños y los deportes ecuestres. Tanto los amantes del polo, como de la equitación o el salto, encuentran aquí un espacio ideal para perfeccionarse en estas disciplinas. Los adeptos al golf estarán de suerte en el corto plazo, ya que se prevé la inauguración de una cancha de 18 hoyos.

Otro de los puntos fuertes es la gastronomía. La estancia ostenta un restaurante gourmet y el asesoramiento de su propio sommelier, así como una variada cava para degustar exquisitos vinos y maridarlos con las preparaciones del chef. Las catas de vino y las clases de cocina completan la oferta de actividades que convierten a la estancia Villa María en un exclusivo reducto, donde seguramente el viajero se irá convencido de que no necesitó nada más para descansar y sentirse realmente “de vacaciones”.

TIPS DEL VIAJERO

Cómo llegar desde la CABA:

El Ombú: por Acceso Norte a Pilar, tomar RN 8 hasta el km. 110, luego RP 41 a la derecha, por 5 km. hasta el cruce con RP 31, donde se dobla nuevamente a la derecha. Hay 6 km. hasta la entrada del campo. Micro: Chevallier sale de Retiro y llega a la terminal de San Antonio de Areco. Desde allí se puede tomar un taxi a la estancia.

La Horqueta: tomar la autopista Buenos Aires – La Plata y continuar por la RN 2 hasta el km. 114, doblar a la derecha y avanzar 1 km. hasta el cruce con la RP 20 a Ranchos. Tomar a la derecha, recorrer 3 km. y girar a la derecha en el camino de tierra a Gándara. A 2 km. se encuentra la entrada al predio.

Estancia Villa María: tomar la Ruta Ezeiza-Cañuelas, y luego la 205 hasta el km. 47,5.

Informes: la página www.estanciasargentinas.com es una central de reservas de estancias para turismo y eventos. Cuenta con una selección de más de 120 establecimientos en todo el país. Sus contactos son: (011) 4343-2366/[email protected].

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