Recuerdo allá por los años 80 que mis vacaciones infantiles estaban divididas en dos etapas: los primeros días transcurrían en Rosario con una parte de la familia, y luego nos encaminábamos hacia Córdoba para visitar la otra rama del árbol genealógico. Este segmento venía con doble yapa: además de reencontrarme con primos de mi edad y compartir travesuras al aire libre, llegaba el momento de “salir a pasear”.
Viaje al centro de Argentina
A partir de aquellas estancias en la geografía cordobesa, y de las constantes reincidencias años más tarde, les propongo revisar cuatro imperdibles de este clásico de los argentinos.
RECORDAR LA HISTORIA EN ALTA GRACIA.
Situada en el valle de Paravachasca, 35 km. al sur de la capital, Alta Gracia es una localidad rodeada por sierras en un entorno natural de espesa vegetación durante la primavera y el verano, este enclave ofrece circuitos para descubrir en bicicleta o en caminatas moderadas. A sólo 4 km. del centro –muy cerca de los paredones que construyeron los jesuitas como parte del sistema de riego– encontramos unos pequeños espejos de agua que otrora funcionaron como embalses y actualmente se han convertido en espacios para descansar, ideales para refrescarse durante los meses más calidos.
Justo en el centro de Alta Gracia, nos encontramos con el Tajamar, el dique más antiguo de Córdoba, cuya construcción data de 1659 y forma parte del monumental legado jesuítico que caracteriza a la ciudad. Un pequeño recorrido bastará para contemplar la magnitud de su espejo de agua, que será el punto de partida para conocer el complejo jesuítico declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 2000.
En este sentido, el mayor exponente lo constituye el Museo Nacional Estancia Jesuítica de Alta Gracia y Casa del Virrey Liniers, junto con la Iglesia Nuestra Señora de la Merced, de estilo barroco colonial.
Promediando el siglo XX, el estado impulsó la creación del museo que actualmente recibe un importante caudal de visitantes, quienes disfrutan de las exposiciones permanentes y de otras actividades relacionadas con la música y el teatro, entre otras expresiones artísticas.
Si continuamos con la temática museística, Alta Gracia ofrece una joya que convoca a viajeros nacionales y del exterior: la Casa Museo Ernesto “Che” Guevara. Este recinto nos invita a través de objetos, gigantografías y un excelente guión museístico, a descubrir la infancia del joven estudiante de medicina, que más tarde se convertiría en el héroe revolucionario del siglo XX. Es interesante destacar que Alta Gracia es el lugar del mundo donde más tiempo vivió, y este museo forma parte de un circuito internacional denominado “Los Caminos del Che”, integrado por diferentes espacios de homenaje al hombre que sigue inspirando a varias generaciones.
LIBERAR LA IMAGINACION EN CAPILLA DEL MONTE.
Nuestra brújula nos guía hacia el norte rumbo al valle de Punilla. Entonces avanzamos 110 km. desde la capital y llegamos a Capilla del Monte, un punto de partida inmejorable para internarnos en los paisajes del territorio.
En el centro de la localidad, a lo largo de su singular calle techada, encontramos una amplia variedad de bares, restaurantes y opciones de alojamiento. Pero hay un detalle que sorprenderá a unos cuantos viajeros distraídos: en los escaparates de los
negocios que venden recuerdos locales ganan lugar los muñequitos alienígenas de Roswell, las piedras energéticas y las figuras de marcianitos verdes, en detrimento del clásico llavero del tipo “Recuerdo de Capilla del Monte”. Sucede que los comerciantes del lugar se hicieron eco del furor que genera entre los amantes del mundo esotérico el cercano cerro Uritorco. Incluso algunos ufólogos (estudiosos del fenómeno ovni) aseguran que el Uritorco es uno de los centros energéticos más importantes de América Latina; mientras que los más arriesgados sostienen la existencia de seres extraterrestres en la zona.
Cierto o no, el caso es que muchos viajeros están dispuestos a escalar a pie o a caballo sus 1.979 m. de altura con el objetivo de entablar algún contacto del tercer tipo, o al menos, para disfrutar del agreste paisaje y de las vistas que regala el Uritorco.
Otro de los atractivos que despierta la imaginación de los recién llegados es el parque “Los Terrones”, un inmenso conjunto de tierra y arenisca rojiza donde el tiempo y los agentes naturales tallaron caprichosas formas en las piedras.
A sólo 15 km. de Capilla, accedemos a este escenario surrealista dominado por el sonido del viento y del agua que cae de las cascadas. En la inmensidad, la imaginación no da tregua y como si las piedras fueran nubes aparecen extrañas formas: una bota, un camello, un honguito y por último “El dedo de Dios”; una invitación a despedirnos de esta naturaleza desbordante para dejarla en manos del Creador.
RECUPERAR LA ARMONIA EN SAN MARCOS SIERRAS.
La energía que irradia el valle de Punilla nos invita a seguir conociendo sus singulares rincones. Así llegamos a San Marcos Sierras, distante 128 km. de la ciudad de Córdoba. Este enclave es reconocido por haber sido el epicentro del movimiento hippie y de la new age, allá por las revolucionarias décadas del 60 y 70. Aún hoy quienes se acerquen hasta allí podrán experimentar un viaje en el tiempo.
Vale la pena desandar sus tranquilas calles a pie o en carros tirados por caballos, para llegar hasta el Museo Hippie, que funciona en una casita redonda y blanca en la cual conviven en perfecta armonía discos de Spinetta y Bob Dylan, libros de Castañeda y Lao Tsé, fotos y atuendos de colorida bambula. A medida que lo visitamos nos vamos empapando de esta atmósfera de amor y paz que nos regala el sabor dulce de una época plena de ideales y utopías intactas.
Al salir, la brisa nos devuelve a la actualidad y la tarde se presenta perfecta para relajarse en alguno de los balnearios del río Quilpo.
Otra opción es aventurarse en la excursión de turismo que sigue la huella de los pueblos comechingones.
Si la premisa es pasar la noche en San Marcos, hay una amplia variedad de alojamientos que proponen actividades tales como yoga, meditación y otras terapias alternativas para completar una relajada estadía en el destino.
DESPEDIRSE EN LA CUMBRE.
Concluyendo la visita al valle de Punilla, nos retiramos a lo grande visitando la distinguida localidad de La Cumbre.
A sólo 96 km. de Córdoba capital, este enclave es reconocido por la calidad de su infraestructura y la belleza de sus paisajes naturales. Esta combinación, junto a la impronta de sus habitantes
–inmigrantes británicos que llegaron acompañando el crecimiento del ferrocarril– le agregan una cuota de sofisticación y buen gusto que se percibe a cada instante.
Bastará con desandar sus calles para reconocer las pinceladas arquitectónicas de marcado estilo inglés, al tiempo que varias casas de repostería ofrecen el inconfundible “five o`clock tea”.
Con el paso de los años, la villa se fue dando a conocer y los viajeros quedaron prendados de su belleza. Así surgieron los primeros hoteles, asentados en imponentes mansiones de estilo, mientras que algunas figuras de la cultura eligieron a La Cumbre como su lugar en el mundo.
Uno de ellos fue el reconocido escritor Manuel Mujica Láinez, quien vivió hasta sus últimos días en una impactante residencia llamada “El Paraíso”.
Hace tiempo que la visita a esta casa, que hoy funciona como museo, se ha convertido en un imperdible del destino. Al recorrerla podremos conocer el legado cultural del autor de “Misteriosa Buenos Aires”; comenzando por su biblioteca, la máquina de escribir, algunos apuntes y su acervo personal, que nos revela la intimidad del artista en su lugar de producción. Al salir nos perdemos entre la vegetación de sus jardines y es muy fácil imaginar a “Manucho” paseando entre los frutales.
La energía del aire serrano invita a conocer más, y el murmullo del viento trae la mejor recomendación: “Andá a Cuchi Corral”.
Y como todo este recorrido estuvo teñido de un entusiasmo infantil, sin mayor pretensión que la de pasear un rato me encaminé hacia aquel paraje, a sólo 10 km. de La Cumbre.
Al llegar tuve la certeza de que había elegido el mejor final para este itinerario: como si las vistas panorámicas y el cielo pintado de naranja no fueran suficientes para sorprender al peregrino, una bandada de parapentistas trazaba una coreografía en el aire. Al ver esta escena, vinieron a mi mente los recuerdos de la infancia, y me di cuenta de que yo ya había estado allí. Sólo que a mis ocho años no era Cuchi Corral, sino “el lugar de Córdoba donde vuelan hombres-pájaros de colores”.
Cómo llegar: varias aerolíneas como LAN, Sol y Aerolíneas Argentinas cuentan con frecuencias que arriban a la ciudad de Córdoba. Por otra parte, el transporte terrestre ofrece opciones diarias que llegan hasta las localidades mencionadas.
Informes: - Agencia Córdoba Turismo: [email protected]. - Oficina de Turismo de Alta Gracia Tel. (0054-3547) 42-8128.
Web: www.altagraciaturistica.com.ar.
Oficina de Turismo de Capilla del Monte: [email protected].
Tel: (0054 -3548) 481886.
Web: www.capilladelmonte.gov.ar.
Oficina de Turismo de San Marcos Sierras: [email protected].
Tel: (0054-3549) 496137.
Web: www.sanmarcossierras.gov.ar.
Oficina de Turismo de La Cumbre: [email protected]. Tel. (0054-3548) 452966.
Web: www.lacumbre.gov.ar.
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