Con la belleza de su arquitectura victoriana, combinada con edificios modernos y de vanguardia; su atmósfera cool, herencia de su pasado como meca del movimiento hippie; la imponencia del famoso Golden Gate, y sus “insólitos” tranvías transitando las calles empinadas –sumado a sus magníficas vistas de la bahía homónima–; San Francisco enamora a primera vista.
San Francisco: distinción y bohemia
Es precisamente a través de su particular transporte público, con más de 150 años de historia, que el visitante tiene la oportunidad de obtener un pantallazo inicial de esta fascinante ciudad. La línea “F” recorre varias de las principales zonas turísticas como el Distrito Castro, Union Square, la calle Market Street, el Centro Cívico, el Distrito Financiero y las áreas del Embarcadero, Pier 39 y Fisherman’s Wharf.
Esta última zona, también conocida como Muelle de los Pescadores, es una de las áreas más animadas de la urbe. Se caracteriza por sus marisquerías y centros comerciales, como así también por los artistas callejeros y las preciosas panorámicas de la bahía. Aquí, el visitante puede optar por tomar una de tantas excursiones en barco y apreciar los perfiles de la ciudad desde el agua. Además, es ideal para observar al famoso Golden Gate Bridge.
Emblema de San Francisco –terminado en 1937, durante la Gran Depresión–, el famoso puente es una obra maestra de ingeniería que conecta a la metrópoli con el condado de Marin, en el lado norte de la bahía. Con su característico color naranja, el Golden Gate se levanta sobre el único punto de paso entre la gran bahía de San Francisco y el océano Pacífico.
El turista tiene la oportunidad de recorrer sus 2,7 km. en auto, a pie o en bicicleta, transitando por las sendas correspondientes. Una vez concluido el paseo, no hay que dejar de visitar el nuevo Pabellón del Puente, donde hay objetos históricos, exposiciones y una gran variedad de souvenirs, además de exhibiciones interactivas en el exterior que muestran el proceso de construcción de la obra.
BARRIO POR BARRIO.
El itinerario, arbitrario y azaroso, incluirá fascinantes sitios como el Chinatown que, con sus 24 manzanas, es considerado uno de los más grandes barrios chinos de Estados Unidos. La calle principal, Grant Avenue, tiene una gran puerta decorada con dragones y está repleta de restaurantes y tiendas exóticas. Paralela a ella, Stockton Street cuenta con una amplia gama de mercados y restaurantes donde se sirve el clásico “dim sum”.
Otro animado vecindario es North Beach, de tradición italiana. Está rodeado por el Financial District, Chinatown y Fisherman's Wharf, y es uno de los sitios favoritos de reunión de los habitantes de San Francisco. Allí se encuentra, sobre la Columbus Avenue, la famosa librería City Lights, que en la década del 50 concentró a los escritores conocidos como “beatniks”.
En tanto, South of Market, zona también conocida como “SoMa”, se ha puesto de moda en los últimos años con numerosos restaurantes, museos, teatros de vanguardia, clubes nocturnos, galerías de arte y centros comerciales. Aquí, el viajero tiene la oportunidad de visitar el Museum of Modern Art y el Yerba Buena Center for the Arts.
También es recomendable pasear por el Embarcadero, un bulevar pleno de palmeras que se extiende a lo largo de los muelles del Waterfront y ofrece preciosas vistas de la bahía, el Bay Bridge –el otro gran puente– y la ciudad.
Asimismo, es conveniente conocer el elegante distrito de Nob Hill, donde se encuentra la asombrosa Grace Cathedral, réplica de la de Notre Dame en París.
En tanto, en la cumbre de la colina Telegraph Hill yace la elegante Coit Tower, desde cuyo observatorio puede admirarse una espectacular vista de 360º de la ciudad.
En cuanto a las calles, Union Street es una encantadora arteria al pie de la zona residencial de Pacific Heights. En sus veredas abundan espléndidas casas victorianas junto a boutiques, cafés, restaurantes y bares. Al anochecer, Union Street se convierte en un inmejorable lugar de encuentro.
Entre los múltiples parques sobresale el inmenso Golden Gate Park, de 5 km. de largo y 1 km. de ancho, que linda con el océano Pacífico. Tiene una enorme variedad de vegetación, preciosos bosques, exóticos jardines, sendas para ciclistas, zonas para picnics, varios lagos y, en su plaza principal, es factible visitar el Museo de Young, la California Academy of Sciences y el Japanese Tea Garden.
Y, por supuesto, no hay que dejar de acercarse al mítico distrito de Haight Ashbury, centro neurálgico del hippismo, que se caracteriza por sus particulares tiendas y restaurantes, y sus muy amigables residentes, carácter que se ha conservado desde aquel recordado “Verano del Amor” de 1967, cuyos ecos aún pueden escucharse hoy a través de las bandas influenciadas por los recordados Grateful Dead y Jefferson Airplane, los grupos locales más representativos y convocantes de aquellos tiempos.
TRADICIONAL Y SOFISTICADA.
Algunos de los parques y prácticamente todas las playas de San Francisco forman parte del Área Nacional de Recreación Golden Gate, uno de los parques urbanos más grandes del mundo. Integran esta área Ocean Beach, situada a lo largo de la costa del océano Pacífico y frecuentada por surfistas; Baker Beach, que se encuentra en una cala al oeste del Golden Gate y forma parte del Presidio, la antigua base militar. La zona también administra el Fuerte Funston, el parque Lands End, el Fuerte Mason y Alcatraz.
A esta famosa ex prisión se llega vía los barcos de Alcatraz Cruises, que salen del muelle Pier 33, situado en el Embarcadero cerca de Fisherman’s Wharf. La visita incluye el recorrido por las celdas con una guía grabada en numerosos idiomas, incluido el español.
Volviendo al centro de la ciudad, hay que hacerse tiempo para conocer Union Square, la zona comercial más conocida de San Francisco, con su enorme plaza en el medio. Es el sitio donde se brindan espectáculos gratuitos, eventos públicos y exposiciones de arte. En sus alrededores se encuentran las tiendas Macy’s, Bloomingdale’s y Nordstrom, al igual que locales de las más reconocidas marcas.
En el plano del arte, sobresalen el Museo de Arte Moderno local, en South of Market, con obras contemporáneas y del siglo XX; el Museo Legion of Honor, que exhibe antigüedades europeas en el Lincoln Park; y el mencionado Young Memorial Museum, en el Golden Gate Park.
Por último, no hay que dejar de acercarse al Transamerica Pyramid, el original edificio que desde 1972, al igual que el Golden Gate, es un ícono de la ciudad. Sus 260 m. y 48 pisos en forma de pirámide le dan a San Francisco un aura de sofisticación que se combina de forma inmejorable con su atmósfera bohemia y sus barrios de arquitectura victoriana.
Cómo llegar: desde Buenos Aires vuelan a San Francisco numerosas compañías aéreas, entre ellas Delta (con escala en Atlanta), United (con escala en Houston), y LAN (con escala en Lima). El aeropuerto se encuentra a 21 km. del centro urbano.
Alojamiento: la ciudad cuenta con una amplia oferta para el alojamiento, conformada por hoteles, apartamentos y hostels. Hay opciones para todos los presupuestos y en la mayoría de los principales distritos. Eso sí, el viajero que pueda gastar debe darse el lujo de hospedarse en el famoso y tradicional The Fairmont, que desde 2002 pertenece al Registro Nacional de Lugares Históricos de Estados Unidos.
Clima: es una ciudad que puede visitarse durante todo el año y cada turista lo hará de acuerdo a su debilidad por una u otra estación. La temperatura promedio oscila entre los 13º y los 20º. Lo único que hay que tener en cuenta es que de noviembre a marzo es la época más lluviosa.
Cómo moverse: los buses urbanos y los tranvías son lo ideal para trasladarse entre las principales zonas de la ciudad. Para llegar a los sitios de interés de los alrededores, es aconsejable el subte, que también llega hasta el aeropuerto local.
Informes: www.sfgov.org/index.asp.
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