Son varios los motivos que hacen de Burdeos uno de los destinos favoritos de Francia de la última década: su reconocimiento –hace exactamente 10 años– como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, sus extensas zonas de bellos viñedos y castillos, su movida artística y cultural, y también su amplia y destacada oferta gastronómica, que en los últimos años incluye a celebridades mundiales de la cocina y un puñado de estrellas Michelin.
Exquisita combinación de patrimonio arquitectónico, vinos y cultura
En la última década Burdeos se convirtió en uno de los destinos predilectos de Francia y de Europa toda.
Asimismo, en 2016 La Cité du Vin se sumó a la lista de atractivos, y en julio de este año se pondrá en marcha un nuevo servicio de trenes de alta velocidad que conectará a Burdeos con París en sólo dos horas.
Burdeos y su patrimonio
Burdeos no sólo fue incluida en 2007 en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (con 1.810 ha. distinguidas como tal, lo que equivale a la mitad de la superficie de la ciudad), sino que cuenta con más de 350 edificios declarados o inscriptos como monumentos históricos, entre ellos tres templos religiosos que desde 1998 forman parte del Camino de Santiago.
Para conocer los principales rincones de esta ciudad-patrimonio se puede tomar el río Garona como hilo conductor. Así, hacia el norte, se visita Chartrons, uno de los barrios más antiguos, que hoy reúne a anticuarios y tiendas de diseño.
Asimismo, detrás de la gran Place des Quinconces, el Triángulo se distingue por sus tiendas de lujo, mansiones y el majestuoso Gran Teatro. Este último es un verdadero monumento a la elegancia; una de las salas de espectáculos del siglo XVIII más bellas del mundo.
Otra delicia es la Place de la Bourse (Plaza de la Bolsa), que con sus majestuosas fachadas del siglo XVIII y el espejo de agua (el más grande del mundo, justo enfrente) constituyen la postal de la ciudad. Esta espectacular obra maravilla con su espectáculo, ya que alterna efectos de espejo y niebla, lo que lo convierte en uno de los sitios más atractivos de la urbe, tanto para tomar fotografías como para jugar sobre el agua y mojarse los pies cuando hace calor.
Detrás de la Place de la Bourse se encuentra el barrio de Saint Pierre, corazón histórico de la ciudad, con antiguas y pintorescas callejuelas. Es el sitio ideal para los amantes del buen comer, ya que sus plazas y paseos peatonales cuentan con restaurantes de primer nivel.
A poca distancia de allí sobresale Pey Berland y sus monumentos: la torre homónima –un espléndido mirador–, la Catedral de Saint-André y el Palais Rohan, sede del Ayuntamiento.
En tanto, hacia el sur, la porte Cailhau –que formaba parte de las murallas de la ciudad y ofrece una linda vista del puente de piedra, el más bello y antiguo de la ciudad– y la Grosse Cloche dan la bienvenida al barrio Saint-Michel, caracterizado por su aire cosmopolita.
EL VINO BORDELÉS.
Las zonas de viñedos son tan extensas que hay seis rutas del vino para conocer. La primera es la propia ciudad de Burdeos, con más de 20 châteaux, puerta de entrada y excelente punto de inicio para recorrer todas las otras: Médoc, Sauternes y Graves, Saint-Emilion Blaye y Bourg, Burdeos y Entre-deux-Mers.
Además, en temporada alta, la Oficina de Turismo propone más de 60 circuitos temáticos y catas.
Entre las novedades del mundo del vino bordelés se destaca el Château Les Carmes Haut-Brion, que domina el viñedo de Pessac-Léognan. Diseñado nada menos que por Philippe Starck, es una obra arquitectónica única de 2.000 m² que alberga la bodega de crianza y sus 300 barricas, la sala de fermentación, la sala de cata y una terraza panorámica con vistas a la propiedad.
Por su parte, La Cité du Vin, a pocos minutos de la ciudad, es un espacio temático ineludible en una visita a Burdeos. Inaugurado el año pasado, su estructura emula una copa de cristal y aluminio, ideada por los arquitectos Anouk Legendre y Nicolas Desmazières.
El itinerario permanente propone 19 módulos temáticos, la visita al belvédère o mirador (en el 8º piso, punto culminante de la visita del itinerario permanente, con degustación de una copa de vino de los mejores viñedos del mundo, incluida en la entrada), espacio polisensorial, tres establecimientos de restauración, una concept store, salón de lectura, auditorio, espacios de recepción y cata, y talleres. El costo de la entrada es de € 20.
Además, este año habrá dos grandes exposiciones anuales: “¡Bistrot! De Baudelaire a Picasso”, del 17 de marzo al 21 de junio, con la que se rendirá homenaje al papel de los bistrots y cafés en la creación de la sociedad (€ 8 solo exposición, o € 24 incluyendo la visita a La Cité du Vin). Asimismo, “Viñedo invitado” estará dedicada a Georgia, otra de las cunas de la viticultura mundial.
GASTRONOMÍA.
Además de los vinos finos producidos en la zona, de prestigio mundial, Burdeos es el centro de las especialidades culinarias del sudoeste del país: el foie gras de las Landas, las ostras de la cuenca de Arcachon, las fresas del Périgord y la ternera de Bazas.
La gastronomía ocupa una parte tan importante en la vida del bordelés que, se dice, la ciudad ostenta el mayor número de restaurantes por habitante.
De esa manera, los domingos el sitio preferido es el mercado de Capucins, del mismo modo que Jean-Mi sobresale para quienes prefieren una bandeja de mariscos y jazz.
O se pueden recorrer los muelles de Chartrons para degustar ostras, tricandilles (tripas de cerdo con ajo) o grenier médocain (un embutido local).
Asimismo, Burdeos atrae a celebridades de la cocina: tres chefs distinguidos con estrellas Michelin se instalaron en la ciudad: Philippe Etchebest en el Quatrième Mur, Gordon Ramsay en el Pressoir d’Argent y Pierre Gagnaire en La Grande Maison.
Por su parte, Hasnaâ Ferreira –creadora de la marca Hasnaâ chocolats grands cruz, elegida “Mejor maestra chocolatera” de 2016 durante el Salon du chocolat– abrió una tienda en la calle Vieille Tour, frente a la de las Dunes Blanches (buñuelos rellenos de crema ligera) de Chez Pascal.
Resultan imperdibles también los clásicos canelés de Burdeos, cuyo origen se remonta a principios del siglo XVI, cuando fueron creados por las monjas de un convento local. La receta fue rescatada y popularizada en 1830 por un pastelero bordelés, convirtiéndolo en una especialidad de la ciudad.
MOVIMIENTO CULTURAL.
La vida cultural de Burdeos también forma parte de la esencia del destino. En ese sentido, vale la pena visitar algunos sitios específicos relacionados con esta faceta de la ciudad, como la barcaza IBoat, centro cultural por excelencia. En su bodega ofrece conciertos, DJ sets y showcases de artistas underground, además de funcionar como restaurante y club nocturno.
Asimismo, sobresale Station Ausone, una sala dotada con instalaciones ultramodernas para albergar encuentros de autores, conferencias y showcases, con el objetivo de convertir este sitio en un espacio de expresión y difusión del saber.
Por su parte, la Base sous-marine –un antiguo búnker de la Segunda Guerra Mundial– es otro destacado espacio cultural: exposiciones, conciertos, DJ sets, arte lírico y jazz, entre otras manifestaciones artísticas, forman parte de la partida.
Vale mencionar que, desde hace dos décadas, Burdeos también es capital del street-art. Por tal motivo, en temporada alta la Oficina de Turismo propone recorridos guiados en bicicleta para descubrir los fantásticos frescos.
A las mencionadas propuestas culturales se suman los museos, entre los que sobresalen el de Aquitania, el Museo Nacional de Aduanas, el Museo de Bellas Artes y el Bordeaux Métropole, para los apasionados del arte contemporáneo. Y para fines del año próximo Burdeos tendrá su Museo del Mar y la Marina en las Bassins à Flot.
ONDA VERDE.
La urbe se encuentra entre las preferidas para vivir por los franceses, debido a la tranquilidad del entorno y su compromiso con el medioambiente. A tal punto que se encuentra entre las ciudades con más bicisendas del mundo, ademas de contar con bici-taxis y la Citeis 47, una lanzadera eléctrica que recorre todos los lugares del centro urbano.
Paralelamente, la metrópolis cuenta con espacios naturales excepcionales, con 29 mil ha. de paisajes naturales.
Cómo moverse: caminando, en bicicleta, en bici-taxis y en tranvía. Las lanzaderas fluviales Batcub son un original medio de transporte para desplazarse de una orilla a otra por el precio de un billete de tranvía.
Pase turístico: el Bordeaux Métropole CityPass permite el acceso gratuito a más de 20 museos y monumentos, transporte público urbano TBM gratuito (tranvía, bus, lanzadera fluvial BatCub), acceso gratuito a La Cité du Vin para una visita por la mañana (suplemento de 5 € para una visita por la tarde), visita guiada de Burdeos de la Unesco (salida todos los días a las 10 desde la Oficina de Turismo), circuito panorámico en un autobús de dos pisos y descuentos en las excursiones. Además, este año el pase se renovó y propone usos de 24, 72 y 48 hs. Así, en el de 72 hs. se suma el acceso a sitios emblemáticos de los alrededores de Burdeos: Saint-Émilion (visita gratuita de la iglesia monolita), Blaye (visita guiada gratuita de la ciudadela Vauban), Arcachon (visita a la ciudad) y muchos otros lugares y monumentos históricos. Tarifas: 24 horas, € 29; 48 horas, € 39; y 72 horas, € 46.
Cuándo viajar: preferentemente en primavera y verano, para disfrutar a pleno de la ciudad y los alrededores.
Electricidad:220/230 V.
App útil: Assistant Bordeaux. El usuario puede hacer cualquier pregunta y la aplicación le responderá en los siguientes minutos, en francés, inglés o chino. También permite reservar el transfer al aeropuerto, encontrar restaurantes, etc. Abono semanal de € 5. Incluido en el CityPass.
Informes: www.burdeos-turismo.es/.
-La Cité du Vin: www.laciteduvin.com.
-Cruceros Burdigala: www.croisieresburdigala.fr.
-Museos:
www.musee-aquitaine-burdeaux.fr/es
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