Como hemos hecho en ejercicios anteriores, no se trata aquí de resaltar los mejores films de la cinematografía rusa. Tampoco de resaltar aquellas producciones extranjeras que han elegido el paisaje del gran país como escenario. La propuesta es conocer Rusia a través de una serie de films, diversa, pero que muestran aspectos puntuales del país.
Siete películas para conocer Rusia
-Dersu Uzala. Es un film de 1975, basado en la novela autobiográfica homónima de Vladimir Arséniev (que relata sus exploraciones por la cuenca del río Ussuri, en Siberia) y dirigida por el gran Akira Kurosawa. De hecho es una de las obras maestras del cineasta japonés y tal como transcurre en el libro, fue rodada en la taiga siberiana. Es allí, en ese paisaje asombroso, donde la película adquiere su vasta y poética imagen. Dersu Uzala fue distinguida con el Óscar a la “Mejor película en habla no inglesa”, en 1975.
-La Casa Rusia. La película data de 1990. Dirigida por Fred Schpisi, es protagonizada por Sean Connery y Michelle Pfeiffer. Basada en una novela de espionaje de John LeCarré, se rodó mayoritariamente en Moscú utilizando algunos de los edificios más emblemáticos de la metrópolis como el Monasterio de San Sergio, la estación de subte de Goda, la Plaza Roja, el Hotel Ucrania y el Monasterio de Novospassky, entre otros.
-Anna Karenina. Es un clásico de la literatura rusa, escrito por León Tolstoi. Desde el Séptimo Arte tuvo varias y distintas versiones. En este caso vamos a referirnos a la de 1997, dirigida por Bernard Rose y protagonizada por Sean Bean, Sophie Marceu y Alfred Molina. Se rodó casi íntegramente en San Petersburgo, en escenarios como los palacios Menshikov, el de Oranienbaum, el del Embarcadero, el de Alejandro, el de Catalina, el de Nikolaevsky, el de Yusupov, el Hermitage, el Peterhof y el de Verano; en los embarcaderos de Moika y del Almirantazgo; en el Teatro Mariinsky y en los Jardines de Verano.
-El Arca Rusa. Es un film que data de 2002, fue dirigido por Aleksandr Sokurov, y tiene una constitución singular. Porque transcurre casi íntegramente en el Palacio de Invierno del Hermitage, de San Petersburgo, y está rodada como un enorme plano-secuencia (donde no se producen cambios de perspectivas ni cortes). Es casi como una recorrida virtual de ese maravilloso legado de la historia imperial rusa.
-El regreso. En 2003 se estrenó este film ruso dirigido por Andrey Zyvagintsev. Es una road movie, centrada en un drama familiar, rodada en Siberia, donde dos jóvenes hermanos (Iván y Andréi), acompañan a su padre al que casi no conocen hacia una remota y solitaria isla. Casi todo el film se rodó en el Lago Ladoga, en Priozersk, Vyborg y Zelenogorsk, cerca de Leningrado.
-Temny Mir. Se trata de una película rusa de 2010, cuyo título original es Temny Mir aunque en Occidente se la conoció como “Dark world” (Mundo oscuro). Se trata de una película de fantasía que combina personajes místicos como hadas y brujas, y extraterrestres, que fue dirigida Anton Megerdichev. Pero el paisaje, el “bosque”, es casi un protagonista más. Fue rodada en Sortavala, en la región de Karelia; en el cañón Marble, en el Parque Natural Montañoso de Ruskeala, también en la misma región, en tanto algunas de las primeras escenas se filmaron en la Universidad Estatal de Moscú, en el distrito de Vorobievy, en la capital rusa.
-En los bosques de Siberia. Una coproducción franco-rusa-británica de 2016, dirigida por la directora francesa Safy Nebbou. Es un thriller psicológico en donde el protagonista, Teddy, se interna justamente en los bosques de Siberia para buscar la tranquilidad de la soledad. En estos términos, el paisaje es un coprotagonista. El film se rodó a orillas del lago Baikal y utilizó la ciudad de Irkutsk para escenarios complementarios.
Claramente no se puede aprender historia a través del cine, fundamentalmente por las “licencias” que el Séptimo Arte suele tomarse para contar sus relatos. Sin embargo, las películas históricas sí resultan un modo de aproximación válido. La historia rusa es realmente vasta e intensas como pocas, y es posible “viajar” a ese pasado a través de diversas películas. Por ejemplo, “Alexander Nevsky”, retrata el momento fundacional de Rusia, con la constitución el Gran Principado y la derrota de los invasores teutones. El film, que data de 1938, es una creación del que posiblemente sea el más célebre cineasta ruso, Serguei Eisenstein.
Otro relato histórico, con diversas representaciones y versiones, es el clásico de la literatura “La guerra y la paz”, de León Tolstoi, que habla de la rusa imperial y los tiempos de la invasión napoléonica. El primer film data de 1956, dirigido por King Vidor y protagonizado por Audrey Hepburn, Henry Fonda y Mel Ferrer, entre otros. En 1966, el cine ruso hizo su propia versión, dirigida por Serguei Bondarchuk. En enero de 2016 se estrenó una versión en formato de miniserie a cargo de la BBC.
Numerosas películas se refieren a otro hito de la historia rusa: la Revolución Bolchevique de 1917. Uno de los clásicos sobre el tema es “Oktubre”, de Eisenstein (conocida en Occidente como “Los diez días que conmovieron al mundo”), considerado un clásico del cine mundial, que data de 1928. Otro film alusivo es “Reds”, de 1981, protagonizado por Warren Beatty, en la piel del periodista y corresponsal estadounidense John Reed, testigo de la revolución.
Otro gran episodio histórico es la Segunda Guerra Mundial, a la que el cine global y especialmente el ruso le ha rendido varios homenajes. Quizás el más reciente y conocido, por ser una superproducción hollywoodense, es
“Enemigo al acecho”, de 2001, dirigido por el francés Jean-Jacques Annaud y protagonizado por Joseph Finnes, Jude Law, Ed Harris y Rachel Weisz. El film transcurre durante la batalla de Stalingrado y cuenta las hazañas del francotirador ruso Vassili Zaitsev.
Temas relacionados