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Foz do Iguaçu, el destino de la ecoaventura y los deportes radicales

El viajero que aprecia las bellezas naturales encuentra en Foz do Iguaçu una de las Siete Maravillas de la Naturaleza: las Cataratas del Iguazú, que Brasil divide con Argentina. Además de ser una bonita postal para contemplar, son también el mejor escenario para la aventura. Los invitamos a descubrir adrenalina y naturaleza, al por mayor.

Cuando se habla de ecoturismo y deportes radicales en Iguazú es sabido que se trata de actividades asombrosas. No tanto por el esfuerzo que exigen, sino por el paisaje deslumbrante donde se las practica.
El Parque Nacional del Iguaçu, en la margen brasileña, tiene 185 mil ha. y alberga una riquísima biodiversidad, con muchas especies de la flora y de la fauna brasileñas, muchas de ellas amenazadas con la extinción.
En Argentina, el Parque Nacional Iguazú cubre un área de 67 mil ha. y fue el primero en ser declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco, en 1984. Dos años después, la Unesco concedió el título al parque brasileño.
El título de la Unesco es un reconocimiento tanto a la importancia de la preservación de la biodiversidad como al espectáculo escénico natural proporcionado por las Cataratas del Iguazú que los dos parques albergan.
Las cataratas son un conjunto espectacular de saltos que, dependiendo del caudal del río Iguazú, varían entre 150 y 300. Se distribuyen en un formato semicircular a lo largo de 2.700 m. de ancho. Las aguas caen de una altura de hasta 72 m. y, en períodos normales, se desploman en un promedio de 1.500 m³ por segundo.
Es en este escenario donde se desarrollan algunas de las principales actividades de ecoaventura y deportes radicales, siempre realizadas con total seguridad, pero con una intensidad que las tornan inolvidables para los aventureros y deportistas.
Para invitarlo a que se anime durante su próximo viaje a Foz do Iguaçu, le proponemos que conozca algunos de los paseos y actividades más emocionantes.

MACUCO SAFARI.
La aventura de Macuco Safari es prácticamente obligatoria para quien viaja a las Cataratas del Iguazú. Es una aventura en barco que permite conocer un poco de la selva, avistar animales salvajes y tomar un baño forzado de catarata. El Macuco Safari comienza en una carreta tirada por un carro eléctrico que recorre una senda en medio de la vegetación. Luego, hay un recorrido de 600 m. a pie que permite tomar un contacto más estrecho con la fauna y la flora, y en particular dejarse sorprender por los animales silvestres que de vez en cuando atraviesan la senda y animan el paseo.
En el lugar conocido como Salto Macuco están los botes inflables, con capacidad para 23 a 25 personas, seguros y eficientes, que llevan a los aventureros –debidamente provistos de chalecos salvavidas– hasta debajo de las Cataratas del Iguazú.
El bote enfrenta la corriente para subir el cañón, hasta llegar a los saltos. Los pilotos, experimentados, buscan siempre pasar lo más cerca posible de las caídas de agua. El baño es tan inevitable como agradable cuando la temperatura en Foz do Iguaçu supera los 30ºC, lo que es constante la mayor parte del año.

PASEOS EN LOS SENDEROS.
Los paseos por los senderos de las Bananeras y del Pozo Negro pueden ser considerados safaris ecológicos. Son recorridos en medio del bosque que se hacen a pie o en bicicleta, siguiendo trayectos que los indios usaban para rodear las cataratas. Las sendas permiten observar de cerca los hábitos de animales acuáticos y la flora del Parque Nacional.
El paseo combina también navegación en barcos a motor por lo alto del río Iguazú hasta el muelle del Pozo Negro. Allí, desde una construcción de 10 m. de altura, se puede observar la laguna del Jacaré. La última parada es la isla de las Taquaras.
En la etapa final, que incluye un paseo en barco por la parte alta del río Iguazú –una etapa más de actividad acuática– a bordo de “ducks”, una especie de kayak. El turista podrá remar en uno de ellos por aguas tranquilas, y con la garantía de que si el kayak se vuelca, se estabilizará solo.

RAFTING.
Si la idea es elegir actividades más radicales, en los parques de Brasil y de Argentina sobran lãs opciones. El turista puede escoger hacer rafting, rapel, tirolesa, escalada o arborismo, siempre teniendo como escenario un paisaje que nos dejará asombrados.
El rafting en las correderas del río Iguazú es garantía de adrenalina y de emoción inolvidable. Los aventureros son llevados en barcos a motor río arriba, desde donde descienden en botes inflamables impulsados a remo.
Pero, aunque la corriente del Iguazú sea respetable, el rafting en sus aguas está catalogado como de dificultad intermedia, con categoría 2 y 3 en una escala que va de 1 a 6. El paseo comienza cerca de la isla San Martín y abarca 4,5 km. que demandan aproximadamente una hora. La actividad es apta para mayores de 14 años.


RAPEL.
La dificultad de practicar el rapel es más o menos semejante a la del rafting. La emoción, a 55 m. de altura ante la imponencia de las Cataratas, es parecida a la que se siente al navegar por el río que forma las caídas.
Para la práctica del rapel los aventureros recorren una senda de 360 m. suspendida en el bosque, que los conduce hasta la plataforma principal. La técnica empleada es la del rapel negativo: el practicante no apoya las piernas en paredes o rocas, lo que torna el descenso una aventura mucho más emocionante.
Cualquier persona a partir de los siete años y con um peso superior a los 35 kg. puede decidirse por esta actividad. Después de la emoción, el retorno es facilitado por una escalera caracol que lleva hasta el punto inicial.


ARBORISMO Y ESCALADA.
Esta es una de las actividades que alegra todos los días a decenas de niños, adolescentes y adultos. El recorrido tiene 11 obstáculos con altura de 4 a 8 m. y termina con la tirolesa que desciende 25 m.
El arborismo, al igual que otras actividades como la escalada en muros y paredes, se practica en el Campo de Desafíos Cañón Iguazú, localizado en medio del Parque Nacional del Iguazú y administrado por una empresa que también es responsable por actividades de rafting y rapel.
Las escaladas se realizan en superficies verticales, inclinadas y horizontales, de hasta 7 m. de altura, con dificultades apropiadas para iniciados y practicantes del deporte.


EL PARQUE ACUATICO TERMAL MAS GRANDE DE AMERICA LATINA.
Sobre las márgenes del reservorio de la usina hidroeléctrica de Itaipú, la más grande del mundo en volumen de producción de energía, pronto estará funcionando el Parque Acuático Termal Lago de Itaipú. La empresa Rio Water Planet, de Río de Janeiro, concluirá la obra abandonada hace unos 10 años e incorporará 45 atracciones que convertirán al parque en el más grande de América Latina.
Con un clima cálido durante unos ocho meses al año, el parque estará abierto todo el año y durante los meses fríos tendrá como atracción piscinas de aguas termales, la mayor de ellas con “bares sumergidos” y envuelta en una gran área de vidrio que mantendrá la temperatura del ambiente.
Las aguas del parque serán captadas directamente del Acuífero Guaraní, el mayor depósito de agua dulce del mundo, cuyas aguas termales tienen temperaturas que oscilan de 33⁰C a 37⁰C.
Mientras tanto, la usina binacional ya está implantando un embarcadero desde el que saldrán paseos por el reservorio que también llegarán hasta el Parque Termal.
Con un área de 260 mil m², el Parque Náutico Termal Lago de Itaipú contará además con un club para asociados y un hotel con centro de convenciones, con 200 habitaciones. Se espera que la primera etapa de este predio –con piscinas, juegos para niños, vestuarios, piscina termal para adultos y un escenario para presentación de shows– esté lista en diciembre de este año.
Algunas de las grandes atracciones serán dos piscinas de olas, correderas lentas que permitirán bordear todo el parque en un bote individual, un río salvaje por el cual los botes bajarán con más velocidad y enfrentarán obstáculos y curvas radicales, piscinas con bares sumergidos y toboganes gigantes. Uno de esos toboganes, el Bubba Surge, tendrá ocho pistas simultáneas de bajada en botes para hasta cuatro personas, además de cintas de transporte que subirán los botes de regreso.
El parque abrigará también las más diversas opciones de ocio para la familia, como lagoons –áreas poco profundas con reposeras y espacios para los niños–, canchas polideportivas, salas de juegos, saunas, 200 parrillas y un complejo gastronómico de restaurantes y bares.
Al igual que en el parque que tiene la empresa Rio Water Planet en Río de Janeiro –hoy el más grande de Brasil-, éste empleará tecnología de punta para el filtrado del agua de las piscinas y tratamiento bactericida, al tiempo que los paisajistas trabajarán con especies nativas de la región.
Las previsiones de la empresa son que el complejo esté concluido a mediados de 2013. Paralelamente, se construirán el club y el hotel, y se espera que toda la obra esté lista en tres años. Rio Water Planet estima que el complejo recibirá unas 5 mil personas por día, entre visitantes de la región y turistas.


EL LAGO DE ITAIPU HOY.
El reservorio de la represa hidroeléctrica de Itaipú, con un área de 1.350 km², es uno de los lagos artificiales más grandes del mundo: se extiende 170 km. desde Foz do Iguaçu, donde está la represa, hasta Guaíra. Con 66 pequeñas islas, sus aguas calmas invitan a actividades de entretenimiento en clubes, playas artificiales y parques; a realizar tranquilos paseos en barco o a practicar la pesca.
En 1982, cuando se formó el lago, la represa de Itaipú lanzó un ambicioso programa de reforestación que ya ha plantado 20 millones de árboles nativos. En las orillas brasileña y paraguaya, la represa mantiene dos reservas y cinco refugios biológicos, que suman 35.858 ha.
El Refugio Biológico Bela Vista, actualmente una de las atracciones del complejo, fue creado para recibir a los animales desalojados por la formación del reservorio. Allí se hacen investigaciones acerca de la fauna y flora, incluyendo la reproducción de animales silvestres en cautiverio y la producción de plantones forestales. Actualmente, el visitante puede recorrer senderos en medio de la selva para ver de cerca a animales como el jaguar, el mono capuchino y la zarigüeya, nativos de la región del reservorio; además de especies forestales como el cipó guaimbê, que crece entrelazado a árboles de 300 años, con 26 m. de altura y 3,5 m. de circunferencia.
El enorme lago ostenta varias playas artificiales que reciben a miles de visitantes en la temporada de verano. El más grande es el del municipio de Santa Helena, que abarca 87 ha. de playa, bosque, atracadero, restaurantes y áreas de cámping. Otras playas artificiales son las de Foz do Iguaçu, Santa Terezinha de Itaipu, São Miguel do Iguaçu, Itaipulândia, Missal, Marechal Cândido Rondon y Santa Helena, abiertas durante todo el año con entrada gratuita.


AVENTURA DEL LADO ARGENTINO.
En el Parque Nacional Iguazú, en Argentina, el turismo ecológico y los deportes de aventura también encuentran muchos adeptos.
Hay desde safaris fotográficos y aventuras 4x4, hasta rapel en cascadas, “paint ball” y caminatas en medio del bosque nativo.
Tres paseos para mencionar son el Safari en la Selva, el Safari a la Cascada y el Bird Watching (Observación de Pájaros), todos guiados por profesionales de Explorador Expediciones, única agencia autorizada a operar actividades dentro de la reserva ambiental.
El Safari a la Cascada, tras un paseo en jeep y unos 800 m. a pie, lleva al visitante hasta una caída de agua localizada en medio del bosque, donde puede bañarse en la piscina natural que se forma al pie de la cascada.
El Safari en la Selva es una expedición de 20 km. que se realiza en jeeps descubiertos, especialmente preparados para poder tomar fotografías y filmar. Por último, el Bird Watching es –como su nombre lo indica–, el paseo ideal para los turistas que aprecian observar pájaros.
Otra opción en el lado argentino es el Yacutinga Lodge, que combina caminatas ecológicas, paseos por senderos, navegación en las aguas mansas del río Iguazú, floating por el riacho San Francisco y ecotours basados en la observación de aves, plantas medicinales, orquídeas y mariposas. Allí también se puede participar de la plantación de árboles nativos, hacer incursiones al bosque durante la noche y hospedarse en un acogedor hotel construido en medio de la selva.

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