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Paisajes de Las Mil y Una Noches

El éxito televisivo de la novela turca Las Mil y Una Noches avivó el interés de muchos por conocer los bellos  y misteriosos paisajes que cada noche se convierten en telón de fondo de la historia de Onur y Sherezade. En esta nota, un recorrido por algunas de las postales más habituales y atractivas que cada noche dejan sin aliento a más de 2 millones de espectadores.  

Se convirtió en el boom de la pantalla de verano. La telenovela turca Las Mil y Una Noches –que Canal 13 comenzó a emitir todas de lunes a viernes a las 23 y pronto adelantó una hora para ubicarla en su prime time– es un enorme éxito de audiencia, y tema de conversación en programas de TV y radio, oficinas y filas de supermercado.

Lo cierto es que en el culebrón las cautivantes vistas de Estambul deslumbran al público tanto como la historia de amor de Onur y Sherezade. Es que la belleza y el halo de misterio de esta ciudad turca, que reparte su geografía entre Asia y Europa, es un sabroso condimento de este éxito televisivo que promedia los 20 puntos de rating –es decir, 2 millones de espectadores sólo en Capital y Gran Buenos Aires–. La trama, que tiene apenas algunas alusiones a la recopilación medieval de cuentos de Medio Oriente, fue éxito en unos 45 países. En Chile, primer país latinoamericano en sucumbir a sus encantos, la embajada turca confirmó que de la mano del fervor por la teleserie creció el interés de los viajeros por visitar la fascinante ciudad.

¿Atrapado por la novela? Te invitamos a recorrer algunos de los paisajes de Estambul que, con su belleza, seducen tanto a las audiencias como a los turistas.

EL AZUL DEL BOSFORO.

Los puentes colgantes que atraviesan las aguas azules del Bósforo, la Torre de Gálata, los perfiles de la Mezquita Azul y de Santa Sofía, la Plaza Taksim o la Torre de la Doncella, son algunas de las postales de Estambul que enamoran al público, prendado de la ficción de Las Mil y Una Noches.

Los bares y restaurantes con mesas al aire libre recostados a orillas del Bósforo, el estrecho que une el mar de Mármara del Mar Negro y separa las costas de Europa de las de Asia, son escenarios habituales de la telenovela y del día a día de los habitantes de Estambul. Los protagonistas frecuentemente almuerzan, toman café o pasean al lado de las aguas azules.

El cumpleaños de Sherezade es una ocasión especial para disfrutar de una cena en una terraza desde la que se ve el mar repleto de veleros brillando bajo la luna. Es en Ortaköy, barrio con deliciosas callecitas llenas de bares, restaurantes y tiendas de diseño, además de comida al paso y una mezquita justo sobre el agua que conforma una postal perfecta.

Por este barrio pasa además uno de los dos puentes colgantes de Estambul, el primero en ser construido, conocido como Puente del Bósforo: sus más de 1.000 m. unen la orilla europea con la asiática. Por las noches, la silueta del puente se ilumina de colores cambiantes que suman magia a los perfiles exóticos de la urbe. A unos 5 km. de allí, el segundo puente colgante se llama Faith Sultán Mehmet y data de 1988. Las siluetas de los puentes también aparecen frecuentemente en Las Mil y Una Noches al inicio o final de la jornada, cuando los protagonistas cruzan desde las costas de Europa a las asiáticas (más residenciales), o viceversa.

Las familias adineradas, como la de Onur, ocupan fastuosos palacetes que balconean sobre el Bósforo. Feride, su madre, suele tomar el té en una terraza acariciada por el suave rumor de las aguas profundas justo debajo de uno de los puentes. Es que en estas costas se encuentran los barrios más elegantes de la ciudad, con refinadas mansiones que datan de los siglos XIX y XX y que pueden apreciarse en uno de los tradicionales paseos en barco que permite observar la esplendorosa arquitectura de Estambul desde el agua. Los cruceros por el Bósforo son uno de los paseos favoritos de los turistas y puede realizarse tanto una versión corta –de alrededor de dos horas– como una más larga –que se extiende por unas seis horas–. Una posibilidad es desembarcar en el barrio de Tarabya y comer pescado o frutos de mar en un elegante restaurante frente a la costa con los veleros de fondo.

POSTALES URBANAS.

La plaza Taksim, con su monumento a que conmemora la creación de la República Turca, es considerada el corazón de la Estambul moderna y otra de las postales que suele aparecer en la novela. Zona de gran movimiento, es punto de encuentro obligado por las noches para pasear por la peatonal Istiklal Caddesi, recorrer tiendas y parar en alguno de los bares donde abundan las pipas de agua, la música en vivo y el café con borra, pero también los pubs con cerveza helada y tragos de colores.

La Torre Gálata, con su techo cónico y sus balcones, es un monumento de 61 m. de altura construido en 1348 por los genoveses para protegerse de ataques bizantinos. Hoy es uno de los más representativos de la ciudad, al que se puede subir para apreciar una hermosa panorámica de Estambul en 360° y tomar algo en su cafetería o detenerse para disfrutar de una cena show en su restaurante. La vista es particularmente fascinante al atardecer, cuando las luces comienzan a encenderse y la parte antigua de la ciudad, justo en frente, exhibe la perfección de sus siluetas. El barrio histórico que rodea la torre, con sus calles empinadas, hoy se puebla de tiendas de diseño que por la noche dejan lugar a bares y restaurantes de moda.

Muy cerca de allí hay otro sitio de interés que también aparece en las imágenes de Las Mil y Una Noches. Se trata del puente de Gálata, que cruza las aguas del Cuerno de Oro uniendo el barrio del mismo nombre con la zona de Sultanahmet, donde se encuentran los principales íconos turísticos de Estambul, como la Mezquita Azul, Santa Sofía, el Palacio Topkapi. Al atravesar el puente en auto llama la atención la gran cantidad de hombres pescando. Sin embargo, mientras por la parte de arriba transitan autos y peatones, hay un nivel inferior, más cerca del agua, con numerosos restaurantes donde los locales acostumbran comer pescado. Hacia allí se dirigen Kerem y Bennu, los amigos de los protagonistas. Él, confiesa, no pisaba el puente desde sus épocas de estudiante. Ella, ríe y le recuerda que ya no es el mismo puente. Es que aquél se incendió y fue reconstruido 1992. El puente y la torre de Gálata son testigos del primer beso de amor entre Sherezade y Onur, cuando ella acepta su propuesta de matrimonio.

Otra de las emblemáticas postales que aparece a menudo en la novela es la Torre de la Doncella, un elegante palacete que se levanta en medio del mar a unos 200 m. de la orilla asiática. Dicen que la primera construcción sobre esta zona rocosa justo en la entrada del Bósforo se remontó al siglo V a.C. Más tarde sirvió de faro, para sujetar cadenas que controlaban el paso por el estrecho, aduana y cuartel de la marina. Su bella silueta está rodeada de varias leyendas, entre ellas la que sostiene que un emperador bizantino encerró en la torre a su hija para impedir que se cumpliera el presagio de una muerte trágica; sin embargo en una canasta de frutas que le hicieron llegar se coló una serpiente que terminó por picarla y concretar la profecía. En la actualidad, funciona un refinado restaurante al que se llega, claro, solamente en barco.

Los bazares, mercados, callejuelas, espléndidas mezquitas y fabulosos palacios completan este escenario de novela que puede disfrutar cualquier viajero que visite Estambul.

TIPS PARA EL VIAJERO

Cómo llegar: Turkish Airlines vuela todos los días desde Buenos Aires a Estambul.

Clima: julio y agosto son los meses más cálidos (media de 23°C y picos que superan los 30°C) y diciembre a marzo los más fríos (media de 6°C); diciembre y enero son también los más lluviosos; los meses de primavera y otoño son ideales para recorrer la ciudad con un clima templado (entre 18°C y 23°C).

Informes: www.turismodeturquia.com / www.goturkey.com

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