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República Checa, el encanto de la Europa Central

Una maravillosa historia, propuestas culturales, paisajes, fastuosos castillos y elegantes palacios son algunos de los componentes de República Checa.

Cargada de una maravillosa historia y con una gran variedad de actividades culturales, la República Checa destaca por sus paisajes, su naturaleza y su arquitectura, con fastuosos castillos y elegantes palacios que transportan al viajero en el tiempo para sentirse como un verdadero noble de la época.

Ubicado en la Europa Central, el paisaje montañoso del país permite realizar actividades como esquí, ciclismo de montaña y senderismo. También hay excursiones a los bosques y lagos donde se pueden observar animales típicos como osos y zorros.

Turismo en Praga.

Considerada por muchos como una de las ciudades más hermosas de la vieja Europa, Praga es uno de los destinos preferidos de los turistas que visitan República Checa que limita con Alemania, Polonia, la República Eslovaca y Austria, formando parte del circuito de la Europa Central.

Con numerosos lugares para visitar como románicas rotondas, iglesias góticas, palacios barrocos y renacentistas, construcciones modernas, clásicas y cubistas, es imperdible recorrer el casco histórico de Praga conformado por los barrios de Hradčany, Malá Strana, Staré Město y Nové Město.

Barrios de Praga.

Hradčany es el barrios más antiguo de Praga, donde se encuentra el famoso Castillo de Praga, construido en el siglo IX. Con 570 m. de largo y 130 de ancho, es considerada la mayor fortaleza medieval del mundo y entre sus paredes alberga la Catedral de San Vito, el Callejón del Oro y la Alquimia, lugar mágico que guarda los secretos de varios alquimistas -su trabajo puede ser visto en la torre Mihulka (Torre de la Pólvora)- además de haber sido morada de Franz Kafka. También el Castillo fue la residencia de los reyes de Bohemia, emperadores del Sacro Imperio Romano, presidentes de Checoslovaquia y presidentes de la República Checa. En él se encuentran las joyas de la corona de Bohemia.

Para sentir la atmósfera real en unión con la religiosidad una buena idea es visitar la Catedral de San Vit. Este templo católico ha sido escenario de la coronación de todos los reyes de Bohemia, además de la morada final de todos los santos obispos y arzobispos y numerosos reyes. Dedicada a San Vito, San Venceslao y San Adalberto, forma parte de la mayor muestra del arte gótico de Praga.

Para dar un agradable paseo están los jardines, el santuario del Loreto, la iglesia de San Juan Nepomuceno y los palacios Salm, Schwarzenberg, del Arzobispo, Sternberg, Černín, entre otros.

Malá Strana es un barrio pequeño ubicado a los pies del Castillo de Praga y el río Moldava; y destaca por sus calles empinadas y su aire barrocos, por lo que vale la pena contar con un buen par de zapatillas cómodas ya que el recorrido a pie es obligatorio para empaparse de la historia del lugar a través de sus palacios, iglesias y plazas, así como también disfrutar del Puente Carlos -construido por Carlos IV en 1357-, el cual cuenta con 30 estatuas, la mayoría de estilo barroco; 16 arcos y tres torres, una de ellas considerada entre las construcciones más destacables de la arquitectura gótica en el mundo.

Otro de los atractivos de la zona es el monasterio de Strahov. Fundado en el siglo XII, fue reconstruido en estilo barroco luego de un incendio que lo consumió. En su interior se encuentran las iglesias de la Asunción de la Virgen y de San Roque, además de las bibliotecas Filosófica y Teológica.

Imperdibles son la iglesia de San Nicolás, finalizada en 1710 y ubicada en la Plaza de Malá Strana; la calle Nerudova, donde está el palacio Bretfeld; el Thun-Hohenstein; el Moržin; el Wallenstein y la Torre Petřín, entre muchos otros.

En Staré Město o Ciudad Vieja se encuentra una obra maestra: el Reloj Astronómico del siglo XV, el más antiguo de Europa. Es un reloj astronómico medieval ubicado en la pared sur del ayuntamiento de la Ciudad Vieja. Destacado atractivo turístico, sus principales elementos son el cuadrante astronómico que, además de indicar las horas del día, representa las posiciones del sol y de la luna. A través de un mecanismo, el reloj indica las horas a través del paseo de figuras animadas que personifican a los 12 apóstoles.

El calendario anual está escenificado por los medallones, mientras que el cuadrante astronómico tiene forma de astrolabio, instrumento usado en la astronomía medieval y en la navegación hasta la invención del sextante. Tiene pintado representaciones de la Tierra y del cielo, así como de los elementos que lo rodean, especialmente el anillo zodiacal, el anillo de rotación, el ícono que representa al sol y el que simboliza a la luna.

El Reloj de Praga es uno de los numerosos relojes astronómicos que se construyeron en los siglos XIV y XV. Otros relojes astronómicos fueron instalados en Norwich, San Albano, Wells, Lund, Estrasburgo y Padua.

El lugar también destaca por contener los edificios más antiguos en torno a la plaza de la Ciudad Vieja. Uno de ellos es la iglesia de Tyn: con un especial estilo gótico, su construcción comenzó en el siglo XIV para finalizar en el siglo XVI. Del edificio destacan sus imponentes torres gemelas, y en su interior, una pila de bautismo de 1414, el altar barroco de 1649 y el panteón del astrónomo Tycho Brahe. Staré Město también alberga una de las sinagogas más antiguas de Europa y es uno de los primeros edificios de estilo gótico de la ciudad.

Otros imperdibles son el convento de Santa Inés, los restos del Karolinum, el Klementinum, entre otros.

Conocida como Ciudad Nueva, Nové Město es una extensión de la Ciudad Vieja del siglo XIV. Entre sus atractivos está un hermoso edificio estilo contemporáneo que alberga a la Casa danzante o de Ginger y Fred, por su semejanza con estos bailarines. Esta obra de 1997 fue creada por el grupo de arquitectos de Frank Gehry y Vlado Milunic, siendo un referente claro de la corriente desconstructivista, el cual se inserta perfectamente con otros edificios de época de Nové Město.

Un recorrido por la zona debe incluir la plaza de Venceslao, punto comercial de Praga donde se encentra la estatua de San Venceslao, patrón de Bohemia. La plaza alberga el Museo Nacional y variadas construcciones históricas que han sido testigos de las principales manifestaciones políticas de la ciudad, como la Primavera de Praga y del inicio de la Revolución de Terciopelo.

Otros atractivos del distrito son la Torre de la Pólvora, la calle Na Prikope, la Casa Municipal, el Teatro Nacional, entre otros.

Termas de República Checa.

República Checa brinda instancias únicas para quienes buscan el máximo bienestar. Reconocido como uno de los principales centros termales del mundo, el país ofrece una variada gama de estaciones termales, manantiales curativos y otros recursos naturales beneficiosos para la salud.

El balneario de Jáchymov, situado al pie de los montes Krušné Hory, empezó en 1906 como el primero del mundo en aprovechar los efectos curativos del agua con contenido en radón para ayudar a los pacientes con enfermedades del aparato motor. También está el Aquacentrum, en el edificio más antiguo del balneario: allí es posible disfrutar de los placeres acuáticos en un moderno complejo, que además ha conservado algunos elementos originales e históricos.

Por su parte, Karlova Studánka, situada en el corazón de los montes Jeseníky, cuenta con una nueva piscina con agua de mar climatizada. Además del baño, el lugar ofrece diversos tipos de masajes y la posibilidad de disfrutar de una piscina iluminada con luces blancas y azules que dan al baño cierto exotismo y espacio para la meditación.

En el balneario de Lednice, Moravia del Sur, se tratan (entre otras) enfermedades del aparato motor, pero también se ofrecen servicios a personas que desean reducir su peso. Uno de sus atractivos es el aparato moderno Cellu M6, el cual ayuda a los tratamiento de reducción de peso pero también a tratar dolores de espalda o consecuencias de quemaduras.

El balneario curativo Priessnitz, localizado en la ciudad de Jeseník, es el primer balneario mundial de hidroterapia: durante 2010 ofrecerá diversos atractivos como un parque donde disfrutar de tratamientos de hidroterapia Priessnitz al aire libre, en piscinas, arroyos, duchas y otras novedades hidroterapéuticas. Cada tratamiento se completará con un panel informativo que explicará el procedimiento correcto para conseguir el mejor efecto posible.

Una de las opciones más interesantes para quienes tienen previsto un viaje a Praga es visitar el balneario de Karlovy Vary. Ubicado a 126 km. al oeste, cuenta con numerosas actividades termales a lo largo de un río, entre montañas en medio de grandes bosques con edificios de fines del siglo XIX de gran belleza.

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