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República Checa: aventuras en Bohemia Occidental

Karlovy Vary, la capital de la región, se reconoce no solo por ser uno de los spas más glamorosos de Europa Central sino también por ser el punto de partida ideal para descubrir varios tesoros del pasado y presente de República Checa.

Cuando mencionamos República Checa se nos viene a la cabeza una de las ciudades más bellas de Europa, Praga. Pero pensar solamente en ese destino es un error, ya que el país tiene un sinfín de atractivos para disfrutar, como Bohemia, la región occidental de la nación. Situada en la frontera con Alemania y ofrece a sus visitantes un abanico de experiencias inolvidables. Por un lado el glamour de sus ciudades-spa con amplia oferta de tratamientos médicos y de welness, alojamiento de todos los niveles, campos de golf, restaurantes y compras. Por otro lado la magia y misterio de castillos, palacios y monasterios; y la fama de su cristal Moser, de porcelana Thun, de licor de yerbas Becherovka y de obleas Kolonáda de varios sabores.

Karlovy Vary

Cuenta la leyenda que la localidad de Karlovy Vary fue fundada por el rey checo y emperador románico Carlos IV ya en el siglo XIV. Se dice que el gobernador descubrió las prodigiosas aguas minerales al cazar un ciervo. Con el transcurso de los siglos la fama de la ciudad creció y atravesó las fronteras de Bohemia hasta convertirse en símbolo del encanto y la posición social. Esto llevó a que los máximos representantes de estados europeos, al igual que grandes personalidades como Goethe, Beethoven, Gogol, Paganini, Casanova o Mozart visitaran la ciudad. Últimamente, numerosas estrellas de cine llegan a Karlovy Vary cada julio para celebrar uno de los festivales cinematográficos más importantes de Europa.

El centro histórico se recomienda caminarlo. Es una zona peatonal de unos 2 km. que sigue el rio Teplá y esta rodeado de cerros que forman el famoso valle en el que se extiende la ciudad. En el recorrido pueden visitar el Grand Hotel Pupp, Teatro Municipal, la iglesia de Maria Magdalena y tres columnatas (Mlýnská, Tržní y Sadova) que cubren y protegen 12 manantiales de agua termal.

Mariánské Lazně

Mariánské Lázně se caracteriza, sobre todo por sus hermosos parques, gracias a los cuales figura entre las ciudades jardín más bellas de Europa. El principal lujo de este lugar es la tranquilidad. Allí es posible observar como cae el agua de numerosas fuentes y manantiales, aspirar el olor de flores y árboles florecidos o pasar un rato agradable tomando café y catando las excelentes obleas balnearias.

República Checa Marianske Lazne
Mariánské Lázně y sus imponentes parques.
Mariánské Lázně y sus imponentes parques.

La columnata de Máxim Gorkij, de acero y hierro fundido, es el símbolo de la ciudad junto con la cercana fuente cantante que presenta un espectáculo de agua y música cada hora.

Františkovy Lázně

Esta es la ciudad más pequeña del triángulo de spas, poseedora de elegantes paseos con arcadas clásicas, parques históricos y un ambiente agradable de paz, relajación y descanso.

Nombrada en honor a su fundador, el emperador austríaco Francisco I, la ciudad tiene por símbolo la estatua de un niño, la cual se dice que tiene poderes mágicos. Si no es suficiente, es posible visitar el parque acuático Aquaforum, que cuenta con múltiples piscinas, toboganes, cuevas acuáticas y saunas.

Chodová Planá

Para los amantes de la cerveza es una parada obligada no solo para probar la cerveza o intentar de "cocinarla" en la Academia de la Cerveza, sino también bañarse en ella. La terapia combina los efectos curativos del agua mineral caliente, ingredientes para producir la cerveza y masajes. Los procedimientos curan el cutis y el cabello, relajan los músculos, calientan las articulaciones y apoyan el sistema inmunológico del organismo.

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