Hay destinos que se identificaron desde siempre con el uso de la bicicleta. Pero en esta nueva normalidad, este medio de transporte se convirtió en un aliado a nivel mundial. En este caso nos fuimos a República Checa para recorrer Praga y la Bohemia Central en bici.
Recorridos en bicicleta por República Checa
Con una red extensa de rutas para ciclistas perfectamente señalizadas, República Checa constituye un destino ideal en Europa para los amantes de esta actividad.
Estas son algunas rutas posibles:
Praga en bicicleta.
El centro de Praga, uno de los más lindos de Europa, se puede conocer en bicicleta. Durante su recorrido, los visitantes podrán ver los lugares de interés más importantes de la ciudad: Teatro Nacional, Plaza de la Ciudad Vieja, Castillo de Praga, el Barrio Judío.
Pero también descubrirán algunos sitios escondidos, como Iglesia de Madera de San Miguel, el Muro de John Lennon, el romántico Petřín Hill, la estatua de Franz Kafka y el antiguo cuartel de la policía comunista.
En el camino los visitantes podrán detenerse para descansar en un tradicional pub checo.
En bicicleta por la campiña de República Checa.
Podemos salir desde Praga para enlazar con Karstein y disfrutar de la campiña, antes de detenernos en Karlstein, un pequeño pueblo donde aprovechar y almorzar.
Allí es menester subir al castillo, descansar un rato y luego emprender el regreso a la capital de República Checa.
Ruta de Hrubá Skála.
De dificultad media, cubre 16 km. de extensión, comenzando en el antiguo balneario de Sedmihorky y pasando por uno de los palacios más hermosos de la zona: Hrubá Skála, situado en una plataforma rocosa cubierta de bosques.
A la vera de la ruta también se encuentra las ruinas del castillo gótico de Wallenstein.
El camino termina en Kacanovy, donde el viajero se puede relajar en la playa local.
Ruta de montaña por República Checa.
Otro recorrido de dificultad media, pero esta vez con ascensos y descensos de montaña, cubriendo 19 km. de extensión.
El punto de partida es Malá Skála, un pueblo de casas de madera, y atravesará el macizo de las Suché skály, que todos llaman Dolomitas de Malá Skála, debido a su altura y torres rocosas ojivales.
La ruta continúa por las rocas de Besedice con el romántico laberinto U Kalicha, a través de Klokočí hasta la ruina del castillo en roca Rotštejn.
La excursión terminará de la mejor manera, en Dubeck, ascendiendo al mirador para premiarse con una vista preciosa.
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