Minas Gerais es uno de los estados más ricos e interesantes de Brasil. Los amantes de la arquitectura, la historia, el arte pero también de la naturaleza y la gastronomía quedarán fascinados con la cantidad y belleza de los rincones que hay por descubrir en su territorio.
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Minas Gerais: el secreto mejor guardado del interior de Brasil
Minas Gerais, en el interior de Brasil, deslumbra con su arquitectura colonial y moderna, paisajes montañosos y deliciosa gastronomía.
Brasil: el conjunto arquitectónico de Pampulha, en Belo Horizonte, es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Belo Horizonte: cultura, sabor y alegría
Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, combina arquitectura, gastronomía y diversión con una excelente infraestructura turística.
Allí sobresale el Conjunto Moderno de Pampulha, un diseñado por Oscar Niemeyer en la década de 1940 y considerado precursor de Brasilia.
Declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, edificios como la Iglesia de San Francisco de Asís, la Casa del Baile, el Museo de Arte de Pampulha, el Club Náutico y el antiguo Casino se integran a un lago uniendo arquitectura, paisajismo y arte.
El audaz diseño de Niemeyer, con curvas y líneas fluidas que llevan al extremo las posibilidades del hormigón, se completa con obras de artistas como Cândido Portinari.
Otros imperdibles de la ciudad son la Plaza del Papa, con vistas panorámicas; y el Circuito Cultural Plaza de la Libertad, que reúne museos y centros culturales.
Los amantes de la naturaleza no deben perderse la Ruta de las Grutas de Peter Lund, que lleva a conocer sorprendentes cavernas en varios municipios del estado. El Parque Serra do Curral es otro sitio ideal para el ecoturismo.
Belo Horizonte, o BH como se la conoce afectuosamente en Brasil, es reconocida como la capital de los bares, ya que tiene la mayor concentración de bares por habitante de Brasil. Esto se traduce en opciones aseguradas de salidas entretenidas cualquier día del año.
La capital de Minas es también uno de los principales destinos LGBT+ de Brasil, tiene un divertido carnaval que se desarrolla en las calles y sobresale por las Festas Juninas en el Arraial de Belo Horizonte.
La Estrada Real de Minas Gerais, un tesoro único
La bella geografía montañosa de Minas Gerais esconde algunos tesoros singulares. Se trata de las ciudades que integran la llamada Estrada Real, la ruta turística más extensa de Brasil que llega también a los estados de Río de Janeiro y San Pablo.
Su encanto colonial y sus calles empedradas se suman a una asombrosa riqueza cultural, arquitectónica, colonial, artística e histórica,.
Ouro Preto, la joya de Minas Gerais
A unos 100 km de Belo Horizonte, Ouro Preto parece detenida en el tiempo. Fue capital de Minas Gerais desde 1721 hasta 1897, cuando Belo Horizonte asumió ese rol. Su impresionante conjunto arquitectónico y artístico fue el primero en Brasil en recibir el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco, en 1980.
Fundada en 1711 como Vila Rica de Albuquerque, su nombre actual proviene del aspecto oscuro del oro hallado en la región.
Cuna del barroco brasileño, Ouro Preto deslumbra con obras de grandes artistas como Antônio Francisco Lisboa, el célebre Aleijadinho, y Manoel da Costa Athaíde.
Entre sus construcciones más impactantes está la Basílica Menor de Nossa Senhora do Pilar, decorada con más de 400 kg de oro y plata en polvo, símbolo del esplendor de la época.
Ouro Preto también fue escenario de la Inconfidência Mineira, movimiento independentista reprimido por la Corona portuguesa. Su principal figura, Tiradentes, fue ejecutado en 1792.
Otro hito cultural es el Teatro Municipal, inaugurado en 1769 y considerado el más antiguo en funcionamiento de las Américas. Entre los imperdibles de la ciudad se encuentran también el Museo de la Inconfidencia, la Iglesia de São Francisco de Assis, la Casa dos Contos, la Feria de Piedra Jabón y las minas de Chico Rei, Santa Rita y Felipe dos Santos.
Diamantina y su curiosa iglesia
Diamantina es Patrimonio Cultural da Humanidad de la Unesco por la belleza de su arquitectura y trazado urbano.
La localidad debe su nombre a la gran cantidad de diamantes encontraron en la región a la llegada de los primeros colonos, en 1713. Debido a su riqueza Diamantina vivió tiempos de gran prosperidad compitiendo a comienzos del siglo XIX en tamaño e importancia con Ouro Preto, capital de aquel entonces. Hoy es conocida por ser sede de importantes espectáculos musicales.
Allí se debe visitar la original Iglesia de Nossa Senhora do Carmo, con una fachada invertida que se atribuye a la famosa esclava Chica da Silva, que tras ganar su libertad llevó una vida de riqueza.
Como los negros en la época no tenían permitido entrar más allá del campanario, que se encontraba en el ingreso de la iglesia, Chica da Silva hizo levantar un templo único en su tipo con la torre de la campana en el fondo, para así tener libre acceso a toda la construcción.
Congonhas y el legado inmortal de Aleijadinho
A 90 km. de Belo Horizonte, Congonhas alberga uno de los mayores tesoros del arte sacro en América Latina y una de las mayores obras del Barroco a nivel mundial: el Santuario do Bom Jesus do Matosinhos (1805), Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La Iglesia de Bom Jesus es conocida por las impactantes esculturas de los 12 apóstoles que dan dramatismo a su fachada. Fueron esculpidas en piedra jabón por Antônio Francisco Lisboa, conocido como Aleijadinho (apodo que en portugués hace referencia a sus deformidades físicas), uno de los mayores artistas del Brasil colonial. A pesar de su avanzada enfermedad, Aleijadinho logró tallar figuras de una fuerza expresiva única, consideradas una cumbre del barroco latinoamericano por su valor estético, simbólico y técnico.
El templo tiene seis capillas que representan los pasos de la Pasión de Cristo, con 66 esculturas de madera talladas con un realismo extraordinario.
Las obras cuentan además con la intervención de Manoel da Costa Athaíde, otro gran nombre del barroco mineiro, responsable de los impactantes trabajos de pintura.
Entre otros imperdibles de Congonhas se encuentran también la Iglesia Matriz de Nossa Senhora da Conceição, el Museo de Congonhas y la ladera histórica, que ofrece una de las postales coloniales más interesantes de la región.
Un paseo en tren hasta Mariana
A 115 km. de Ouro Preto, desde donde se puede llegar en un pintoresco paseo en tren, Mariana fue fundada en 1696, convirtiéndose en la primera ciudad y primera capital de Minas Gerais.
En su plaza se puede ver una rareza: dos iglesias, de distintos grupos religiosos que se disputaban la supremacía en el lugar, construidas una al lado de otra.
Otros pueblos imperdibles de la región son Sabará, São João del Rei, Tiradentes y Serro.
El sabor de la gastronomía mineira
Minas Gerais es conocida por tener una de las gastronomías más deliciosas de Brasil.
El pão de queijo, hecho con fécula de mandioca y queso Minas, es el emblema del estado: una delicia popular en todo el país y que también cruzó fronteras.
Otro clásico es el feijão tropeiro, con frijoles, harina de mandioca, carne seca y huevo, que se originó entre los troperos que recorrían largas distancias a caballo.
También se destacan el tutu à mineira (un plato cremoso con frijoles, plátano y harina de mandioca) y y el angu à mineira, con carne y arroz; además de la galinhada, con arroz, pollo y especias.
La Rota do Queijo do Serro es una experiencia imperdible, donde se elabora el Queijo Minas Artesanal.
Este paseo combina sabores increíbles con los paisajes deslumbrantes de la Cordillera do Espinhaço y una arquitectura y patrimonio cultural inigualables.
Allí el turista es recibido en haciendas, puede hospedarse junto a productores locales y, por supuesto, probar y comprar los más deliciosos quesos de Brasil.
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